Capítulo 1487
“Me comprometí y te permití tener lo que quieras por suficiente tiempo.
es tuyo y de ahora en adelante, no voy a ceder a ti por más tiempo. Lo que es tuyo lo que es mío es mío. Ni
siquiera pienses en tocar algo mío, y mucho menos quitármelo. Queenie miró a Bonnie con un par de ojos de
acero.
Bonnie se mordió el labio y se burló, “¿No son solo unos pocos pares de pésimos aretes? ¿Qué te hace pensar que
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtlos quiero de todos modos? Subió corriendo las escaleras.
Queenie la siguió hasta el tercer piso y escuchó a Bonnie abrir la puerta antes de dirigirse a su joyero. Sacó cuatro
pares de aretes y los arrojó sobre el sofá. “¡Aquí! Puedes recuperarlos.
Furiosa, Queenie le tendió la mano. “Recógelos y dámelos”.
Bonnie se congeló por un segundo antes de resoplar. “Como si fuera a hacer eso. Los pendientes están justo
ahí. ¡Puedes tomarlos tú mismo!”
Los ojos de Queenie brillaron con frialdad. “Ya que sigues diciendo que soy tu hermana mayor, haré mi trabajo
como tu hermana mayor y te enseñaré modales. De ahora en adelante, esta casa no es el lugar donde puedes
jugar tus tontos juegos mentales y actuar como una princesa mimada”.
Sin embargo, Bonnie parecía insistente en enfrentarse a Queenie. “¿Tú? ¿Enseñarme modales? Que broma. ¿Qué
te hace pensar que tú…?
Queenie agarró a Bonnie por la muñeca y la tiró al suelo. Como alguien que tomó lecciones de Taekwondo antes,
fue bastante fácil para ella sujetar a Bonnie contra el suelo apoyando su rodilla contra el cuello de Bonnie. Apretó
los brazos de Bonnie contra el suelo y advirtió con frialdad: “Bonnie Silverstein, será mejor que no te metas
conmigo, o de lo contrario, no me importa echarte de la casa y obligarte a volver a la casa de tus padres
adoptivos”.
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏm“¡Vaya, tú… Queenie Silverstein, les voy a contar esto a mamá y papá! ¡Les voy a decir que no me quieren cerca y
que me odian porque regresé!”. Bonnie chilló de dolor mientras intentaba empujar a Queenie.
Sin embargo, Queenie no se movió mientras sujetaba a Bonnie con la rodilla inmóvil. “Si quieres gustarle a los
demás y no quieres que te odien, ¡entonces primero debes aprender a comportarte como un ser humano
decente!”
tú
La fuerza que ejerció Queenie casi asfixia a Bonnie. Su rostro y cuello se pusieron rojos mientras gritaba: “¡No
puedo respirar! ¡Suéltame!