Capítulo 122
El brazo de Elias se tensó por un momento, pero no quitó la mano de Helen. Él también tenia interés en
obscrvar al hombre frente a Anastasia, quien la había hecho reir con tanto entusiasmo. Cuando
Anastasia levantó la mirada, vio que Elias y Helen estaban carinando hacia ella. En ese momento, se
dio cuenta de que la mesa a su lado se había desocupado.
«No se van a sentar aquí, icierto?
Helen le lanzó una mirada engreida a Anastasia cuando se acercó y fingió estar sorprendida de verla.
– No sabia que estabas aqui, Anastasia!
Anastasia miró a Helen con frialdad antes de girar su cabeza hacia la ventana. Ella no se molestó en ser
amable con ella pues no le encontraba sentido. Helen solo pudo sentarse con una sonrisa amarga en su
rostro. Mientras tanto, Elias se sentó del lado opuesto a Helen. La posición de su asiento le permitia
mirar directo al rostro de Anastasia. Luego, él le echó un vistazo al hombre frente a ella mientras
pensaba:
«No sé quién es ese hombre, lo cual quiere decir que seguro sean una persona ordinaria»
-iMi empresa está muy cerca de la suya, señorita Torres! Está a solo dos calles. A la proxima, itendré
que invitarla a almorzar y a tomar una taza de café!
La mirada de Samuel se mantuvo en Anastasia todo el tiempo y no se dio cuenta de la mirada glacial
que había detrás de él. Anastasia pasó sus dedos por su cabello mientras sonreía con timidez y decía:
-¡Claro! Podemos tomar café cuando estemos libres. Ya que usted es una persona muy impresionante,
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtapuesto a que podré aprender algunas cosas sobre inversiones de usted -dijo Anastasia.
-Sí he logrado algunas cosas en ese campo, así que, con gusto le enseñaré algunos trucos —
respondió Samuel con un tono lleno de seguridad. Por dentro, él se sentía satisfecho al notar que
Anastasia parecía tener una mejor impresión de él después de que hablara de su carrera.
-¡Vamos por comida, Elias! -dijo Helen.
-Ve tú. Necesito hacer una llamada -dijo Elías mientras se mantenía en su lugar. Helen no tuvo otra
opción más que ir sola. Luego, volteó a ver al hombre que estaba sentado frente a Anastasia y resopló
mientras pensaba:
«¿Qué gustos tiene Anastasia? Ese hombre no se ve nada atractivo»
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Al mismo tiempo, Elías tenía su mirada fija en la mujer que estaba en la mesa de al lado. Había una luz
por encima de la cabeza de Anastasia y su vestido de noche gris hizo que su piel luciera más impecable
de lo usual. Sus facciones definidas y sus ojos hipnotizantes hacian que lucieran aun mas atractivas y
sus labios rojos y brillantes lucían más seductores de lo normal. Cualquier hombre que observara sus
labios gruesos tendría el deseo de morderlos. A pesar de que Anastasia no estaba prestando atención
al hombre de la mesa de al lado, ella podía sentir cómo él la estaba observando.
«¿Qué está mirando? ¿Acaso no está con Helen?»
Mientras Samuel agachaba su cabeza para tomar agua, Anastasia aprovechó la oportunidad para
voltear sus ojos a Elías antes de mirarlo con intensidad. Los ojos confundidos de Elías se encontraron
con los de ella y de pronto, sintió algo inexplicable en su pecho.
TO 2
de forma tan alegre con ese hombre, pero a mí nunca antes me ha sonreído así. ¿Por qué? ¿Acaso no
merezco sus sonrisas?»
Esos pensamientos frustraron aún más a Elías, Mientras observaba cómo Anastasia continuaba
conversando con el otro hombre, él sentía que ya no podía soportarlo más. Al final, él se levantó y
camino hacia Samuel para decir:
– Disculpe, señor. Necesito tomar este asiento por un momento pues hay algunas cosas de trabajo que
me gustaría discutir con mi personal.
Samuel se sintió bastante molesto al escuchar eso.
«¿Qué mocoso quiere entrometerse en mi intento de hablar con Anastasia?»
Cuando Samuel se giró, se quedó pasmado por lo que vio.
« ¿Acaso no es él el joven del Grupo Palomares?»
-S-siéntese, presidente Palomares.
Samuel se movió a la velocidad de la luz mientras le indicaba a Elías que se sentara. Después, Samuel
se dio cuenta de algo y pensó:
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏm« ¿Acaso… Anastasia trabaja para Elías?»
Anastasia observó Elías con enfado y dijo:
-No estoy trabajando ahora, presidente Palomares. Hablemos durante las horas de trabajo -dijo
Anastasia en un tono frío.
-Creo que hablar sobre el trabajo es mejor que conversar con este hombre aburrido.
Elías había atacado la personalidad de Samuel al instante al llamarlo hombre aburrido. Samuel se
quedó sin palabras por dos segundos antes de sonreir con amabilidad y decir:
le ra
– Tiene razón, presidente Palomares. Soy una persona fastidiosa que le gusta tener conversaciones
sobre temas sin sentido -dijo Samuel.
Anastasia no sabía como responder mientras observaba a Elías.
-Creo que esta es la primera vez que veo a alguien hablar de forma tan grosera de otros en su cara-
murmuro Anastasia.
-¿Dije algo malo? -dijo Elías mientras alzaba una ceja de forma arrogante.
– Es cierto que Samuel alardea, pero yo estaba dispuesta a escucharlo! iPrefiero escuchar a
a es
Samuel antes que a Elías!» pensó Anastasia.
– Me agrada cuando otros alardean. ¿Usted tiene la habilidad de hacer eso, presidente Palomares?
¿Por qué no lo intenta? -dijo Anastasia de forma provocativa.