Capítulo 347
– Mami, ite vas a casar con el tio Elías? – preguntó Alejandro de inmediato y con sorpresa, a lo que
ella se apresuró a explicar.
– El tío Miguel está bromeando, así que no te lo tomes tan en serio-dijo. Al escuchar aquellas
palabras, Miguel no pudo evitar levantar una ceja y mirar a Elias, pues parecía que le estaba
preguntando:
«Viejo, ¿por qué aún no tienes éxito?».
Cuando Elias se encontró con los ojos de su primo, se dio la vuelta con una mirada desamparada,
después de todo, no era como si Miguel no supiera que ir detrás de Anastasia sería un reto muy duro.
Los cuatro pasaron un gran momento cenando y mientras que seguían sentados en el comedor,
Miguel dijo que dejó el regalo que habia comprado en su casa, así que persuadio a Alejandro para que
se quedara a dormir con él esa noche. El niño estuvo de acuerdo con ello de inmediato al escuchar la
propuesta y Anastasia no podia hacer nada para detenerlo
– Alejandro, si no te portas bien, ime voy a enojar! –advirtió, y aparte, isabía muy bien que Miguel
quería crear una oportunidad para ella y Elías! No obstante, ino lo necesitaba en lo absoluto!
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇt– Dejame a Alejandro y yo mañana lo llevaré a la escuela. No tienes de que preocuparte, puesto que
soy la persona más confiable en la que puedas pensar -dijo Miguel, mientras que tomaba a Alejandro
por la mano y corrían tan rápido como un rayo hacia el auto.
– Miguel… Alejandro, iregresen! -gritó Anastasia, al mismo tiempo que los perseguía por detrás, pero
su hijo soltó una risita y se dirigió al auto de Miguel.
Poco tiempo después de eso, ella se quedó mirando al auto del hombre, mientras que aceleraba y se
iba. En ese punto, Anastasia no sabía si reir o llorar, pues por una vez, se sentía tranquila al saber que
Miguel cuidaría de Alejandro, porque, seguido, le confiaba a su hijo cuando ella se iba al extranjero.
Sin embargo, sin su hijo a su lado, ¿cómo sería eso con ella y Elías? Al darse cuenta de la situación,
Elías apreció el gesto de Miguel al crear una oportunidad para él mientras que le cuidaba la espalda.
-¡Vamos! Hay que subir al auto -dijo él y tomó a Anastasia de la mano y la llevo hacia su auto, sin
desperdiciar el tiempo en lo absoluto. Mientras tanto, Anastasia se quedó sin palabras, pues el nivel de
intimidad que había tenido con él ya se había excedido ese día y ella no tenia la intención de seguir;
una vez dentro, Elías se dio la vuelta y le hizo una pregunta-. Qué tal un paseo?
Solo llévame a casa! Aún tengo trabajo que hacer-se excusó Anastasia para que asi ella lo pudiera
dejar. No le tenía miedo, pero le preocupaba el no poder controlar sus emociones.
¿Qué crees que es más importante? ¿El trabajo o venir conmigo a dar un paseo?
El trabajo, por supuesto respondió Anastasia, pues eso era lo que le generaba ingresos y le daba un
sentido de seguridad, mientras que este hombre era constante cuando se trataba de
ponerla en peligro.
– Incluso si tu desempeño es malo todo el año, aun así, puedo darte un premio por excelente
desempeño. ¿Qué hay de un generoso bono a final de año? -añadió, sonriendo con malicia, pues
como su jefe, era su derecho ser tan rebelde e insolente, por lo que, de momento, Anastasia no podía
hacer nada al respecto.
NO
IO
-Está bien, pues! iremos de paseo!
Al escuchar su respuesta, Elías encendió el auto y condujo por toda la costa de la ciudad, lo cual se
sentía relajante, mientras que iban por la autopista; Anastasia no había tenido la oportunidad de
disfrutar el paisaje de noche desde hace mucho tiempo. Se le subieron los ánimos y se sentía en paz;
la luna brillante se reflejó sobre el mar, el cual era espectacular y magnífico, incluso desde la distancia
lucía como una pintura de acuarelas. De pronto, Elías condujo por un pequeño camino y cuando ella
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏmmiró eso, no pudo evitar voltearlo a ver y hacerle una pregunta.
-¿A dónde vas?
-Solo espera aquí un momento -respondió viéndola y luego saliendo del auto.
Después, ella miró como caminaba hacia unos arbustos altos de junco y se sonrojó de inmediato;
Elías regreso poco tiempo después y aunque este hombre solo fue a orinar, aun así, se seguía
mirando elegante y bien vestido, incluso emitía un aura de un idiota con cabello suelto. Este se puso
de pie del lado de la ventana del asiento del copiloto, se agachó y le preguntó:
-¿Qué hay de ti?
-Estoy bien… —respondió ella avergonzada.
– Yo también te cuidaré
dijo él con una sonrisa.
La cara de Anastasia se volvió roja, no obstante, lo más vergonzoso era que había tomado varias
tazas de té en el restaurante y ya había pasado más de media hora; cuando él le hizo dicha pregunta,
se dio cuenta de que también tenía la urgencia de ir, por lo que era incón
-¿No hay un hotel o algo por aquí?-preguntó Anastasia, volteandolo a ver.
– Hasta donde yo sé, no hay nada cerca hasta dentro de una media hora.
¿Qué? ¿Dónde estamos?
Estamos en la autopista hacia Belrosa. Pasaremos ahí la noche – comentó Elias, dejando boquiabierta
a Anastasia.
„Por qué me está llevando a otra ciudad sin siquiera decirme algo al respecto? Maldicions