Capítulo 315
Dentro de la oficina del presidente, Elias estaba viendo fijamente la pantalla de su computadora
mientras que le volaban los pensamientos. Estaba recordando la alegre sonrisa de Anastasia que le
mostró a Mario el día anterior; por ese motivo, él no tenía la intención de explicarle en esa mañana
sobre el regalo de flores a Alma, al igual que el almuerzo que tuvo con ella. Hizo tal cual
como Anastasia lo había hecho cuando no le hizo mención sobre su reunión con Mario el dia anterior;
a veces tenía que hacerla sentir insegura.
El encuentro que tuvieron en el restaurante ese mismo día tampoco fue una mera coincidencia, pues
el fue quien le indicó a Ray que averiguara donde estaba ella; después de descubrir que estaba
almorzando con Fernanda al otro lado de la calle, llevó a Alma a almorzar debido a que resultó que
ella lo había invitado a comer, por lo que aceptó su invitación y sugirió el mismo restaurante. El
teléfono de su oficina sonó en ese momento y contestó:
-¿Hola?
-Hola, presidente Palomares. El Departamento de Diseño tendrá una junta, ¿le gustaría unirse? -
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtpreguntó Fernanda.
– Claro, ahí estaré -respondió con una postura relajada. Después de que colgó el teléfono, su mirada
se retorció debido a que pensaba en algo; estaba muy interesado en saber si Anastasia se
pondría celosa.
En el Departamento de Diseño, Fernanda llamó de inmediato a Anastasia después de terminar su
conversación con Elías.
-Estaré allí dentro de un rato, Fernanda -resonó la voz de Anastasia del otro lado de la llamada.
-Solo te quiero recordar una cosa, Anastasia; el presidente Palomares también estará presente en la
junta. -Su cuerpo se puso rígido después de escuchar eso.
«También se unirá a la junta? ¿Lo está haciendo por Alma y tratando de hipnotizarla en todos los
sentidos?». Anastasia luego respiro hondo y camino hacia la sala de conferencias con su cuaderno de
apuntes a la mano. Alma ya había tomado su asiento en la sala y había capturado la atención de todos
desde el momento que entró a la habitación porque ahora tenía una nueva identidad, era la nueva
amante de Elías. Cuando Anastasia entró a la sala, todos dirigieron sus miradas hacia ella; algunos la
veían con lástima, otros de un modo burlesco y otros simplemente disfrutaban de su miseria. Al igual
que con Alma, también había tomado una nueva identidad, era la triste flor que se marchitaba que
había sido abandonada por Elías.
Anastasia caminó directo al último asiento y se sentó. Sabía que todos la estaban observando, así que
agachó la mirada y jugó con su celular. Alexis no pudo resistirse para burlarse de ella con desprecio.
-¿Por qué te sientas al fondo, Anastasia?- En ese instante, la puerta se abrió una vez más y apareció
una figura imponente; se trataba de Elías, quien acababa de entrar. Venia vestido con una simple
camisa blanca y pantalones, pero los mismos le daban un toque de elegancia; de el emanaba una
presencia tan comandante mientras caminaba e hizo que todos en la sala de
conferencia quedaran en silencio. Tomó asiento a un lado de Alma después de inspeccionar la
habitación y los rincones de los labios de esa mujer formaron una sonrisa cuando vio eso.
Anastasia estaba sentada hasta atrás y levantó la mirada para echar un vistazo para luego retraer su
mirada con rapidez. Todo lo que vio fue el apuesto lado del rostro del hombre mientras que el le decía
a Fernanda:
-Comencemos. -Ella empezó con la agenda que se tenía para la junta de ese día después de toser un
poco. Dio inicio con la revisión del reporte del estudio del mercado de ese mes, luego se movió hacia
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏmlos elementos populares dentro del mercado principal. Elías se mantuvo en silencio durante toda su
presentación y su mirada escaneo toda la habitación antes de que aterrizara en la mujer que estaba
sentada hasta el último asiento detrás de él. La cabeza de la mujer estaba
agachada y sus ojos estaban ocultos debajo de sus pestañas largas, era como si estuviera viendo a
una pintura; sin embargo, no podía ver el aspecto que tenia en su rostro. Ella pudo sentir su mirada,
pero fingió que no la estaba alterando mientras que mordia la tapadera de su pluma sin siquiera
observarlo. Él sintió su intención y apretó los labios cuando le pareció haber percibido la indignación
de la mujer.
«Grandioso, esto es lo que quería».
– Démosle un fuerte aplauso a Anastasia. Los productos que ella diseña siempre son los más
populares. – Fernanda comenzó a aplaudir y pronto le siguieron más aplausos.
– Tengo mucho por aprender de Anastasia -dijo Alma con una sonrisa. Tenía que ser amable con ella o
por lo menos aparentar serlo, pues necesitaba demostrarle a Elias su lado generoso y amable. Por el
otro lado, Alexis estaba celosa hasta el núcleo. Siempre había estado indispuesta a reconocer que los
diseños de Anastasia eran mucho mejores que los de ella.
-¿Tiene algo que le gustaría agregar, presidente Palomares? – le preguntó Fernanda con una sonrisa
a Elías.
-No. Ya podemos concluir con esta junta. Alma, ven a mi oficina. -Se fue del lugar justo después de
que terminó de hablar.