—Perfecto. Por consiguiente, nuestra compañía dará lo mejor de sí en esta temporada. Para el final de
este mes se espera que todos trabajen el doble de su carga de trabajo actual. Además, asegúrense de
mostrarme el límite de sus capacidades, no descuiden eso. Luego de la junta, Fernanda tocó la puerta
de la oficina de Anastasia y entró un café en mano; eso significaba que quería hablar con Anastasia.
—Anastasia, Alexis fue promovida a directora adjunta y ella intentará hacerte la vida imposible en la
compañía en cualquier aspecto que pueda. Deberías cuidarte las espaldas para que no caigas en sus
trampas. —Ok, entendido. Gracias por tu preocupación, Fernanda—Anastasia sonrió en
agradecimiento al tener una gran amiga como Fernanda. — ¡Oh, estás viendo autos! ¿Ya te decidiste
por uno?—Fernanda se acercó con curiosidad dando un vistazo a la pantalla de su monitor. Anastasia
asintió. —Veo modelos pequeños. No es muy conveniente ir y venir en transporte público al trabajo
todos los días y los precios tampoco ayudan. Sería más conveniente si tuviera un auto. — ¿Has visto
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtalgo que te haya gustado? ¿Qué modelo? —Nunca he conducido un auto desde que conseguí mi
licencia, así que opté por uno compacto—Anastasia apuntó hacia el pequeño BMV compacto. Se
ajustaba a su presupuesto. Fernanda miró las opciones con Anastasia, luego en la tarde fue con ella a
ver el auto en persona. Anastasia pidió una prueba de manejo y concluyó en que fue una experiencia
bastante placentera. El desempeño fue satisfactorio y el auto se vio lindo y elegante, la cubierta
exterior era blanca. Anastasia se había debatido por un auto por 5 días hasta que por fin decidió el
modelo adecuado. En la concesionaria, pagó por él con su tarjeta y dejó en ahí mismo se ocuparan del
papeleo y de todo lo demás antes de regresar a la compañía con Fernanda. El auto estaría listo para
llevárselo mañana y Anastasia estaba emocionada por su primer auto. Era un importante logro para
una persona común como ella. Ella invitó a Óliver a comer, pero este programador nunca tenía tiempo.
Estaba trabajando en un proyecto importante en ese entonces por lo que estaba bastante ocupado.
Anastasia podía esperar hasta que Óliver tuviera tiempo para comer. Ella todavía se la debía por aquel
día en que él recogió su teléfono. Estos días fueron muy pacíficos, pero faltaba una persona; ¡Elías! Si
ese hombre no hubiera tomado la iniciativa de aparecer en su vida, ella tendría cero oportunidades de
acercarse a él. Esto era debido a que aquel hombre sabía moverse en los estratos sociales más altos.
Incluso sus subordinados no lo conocieron ni una sola vez en todo el año, más o menos personas
normales. Seis días pasaron de pronto. Anastasia se detuvo a la mitad de su edición antes de que una
figura dominante apareciera en su mente. Debería regresar de su viaje de negocios hoy. Ella sacudió
la cabeza. «¿Por qué pienso en él?» Anastasia mordió sus labios rojos y llevó de nuevo su atención a
su trabajo. De pronto, el teléfono sonó. Levantó la mirada con sus lindos ojos y se apresuró a
responder la llamada. —Hola, ¿quién habla? —Anastasia, ¿terminaste de firmar el documento que te
envié justo ahora?—se escuchó la voz de Gabriela. —Oh… Sí, lo terminé. Puedes venir y llevártelo—
dicho esto, Anastasia se dio un golpe en la cabeza. «¿Qué es lo que me pasa? ¿Esperé que fuera
Elías? ¡No puedo creer lo mucho que este hombre me afectó!» De pronto, el teléfono volvió a sonar,
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏmsu ritmo cardíaco se aceleró un poco. Ella tomó el teléfono y respondió: —Hola, ¿quién habla? —
Anastasia, ¿cuándo vas a subir los documentos de este mes? Ya te retrasaste en la fecha de entrega
por dos días. No te atrevas a holgazanear—la voz de Alexis se escuchó. —Trabajaré tiempo extra
esta noche y haré lo mejor para enviarlo mañana—respondió Anastasia. —Escúchame, tengo mi ojo
en ti. Si aún no lo envías para mañana a las 10 de la mañana, te lo voy a deducir de tu bono. ¡Ja!—dijo
Alexis y sin despedirse colgó la llamada. Anastasia se sintió inquieta, pues ahora Alexis con su nuevo
puesto de directora adjunta, la empezaría a molestar. Ella usaría cualquier pequeño error para llegar a
Anastasia. Ella sabía que no debía de fantasear más, por lo que regresó a su tabla de dibujo y cuando
miró la hora eran las 3:30 de la tarde. Tuvo que dejar de trabajar y seguir con su trabajo en casa
después ya que tenía que ir a recoger a su hijo. En el jardín de niños, el pequeñín le preguntó por
Elías y ella le dijo que estaría afuera por un viaje de negocios por una semana. De forma inesperada,
aquel niño recordó cada detalle. —Mami, ¿el señor Palomares va a regresar hoy? ¿Vamos a cenar en
casa?—Alejandro tenía una cara de expectativas en su rostro.