Capítulo 22
A pesar de eso, Anastasia volvió a dirigir la mirada antes de responder con determinación:
––Nadie me va a detener si yo quiero ir.
De pronto, todos estaban pasmados por la actitud de Anastasia al enfrentar a Elias. Se rehusó a aceptar
alguna de las demandas de Elías y nadie más en toda la compañía se atrevería a hacer eso,
–
iEstá bien, entonces la junta se ha terminado! incluso Fernanda quedó asustada de que Elias se molest
ara, por lo que no quería darle más oportunidades a Anastasia de hacerlo enojar más.
En ese momento, Anastasia dejó su asiento con los documentos mientras que Alexis la miró con celosia.
acQuién le dio a Anastasia la audacia de hacer lo que hizo? ¿Cómo se atreve a tratar a Elías así?»
Cuando Anastasia regresó a su oficina para tomar un vaso de agua, la puerta de su oficina se abrió de
forma abrupta mostrando a una figura iracunda entrando a la oficina.
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇt«¿Cuándo se va a detener esto?»
Ella entrecerró los ojos y vio al hombre con el semblante oscurecido frente a ella antes de bajar su vaso.
– ¿Qué pasa, presidente Palomares?
–Muéstrame los detalles del presidente Carmín. –Elías fue por el documento de Anastasia.
–Usted lo vio en la exhibición de joyería anoche. Su nombre es Jonás Carmin.–
respondió Anastasia con certeza.
La expresión del hombre oscureció aún más al escucharla.
«¿Por qué no desiste de encontrarse con él a las 8 de la noche a sabiendas de sus malas intenciones?»
– ¿Sabe usted si sus intenciones son buenas?
–Todo lo que sé es que mi documento vale siete cifras. – Todo lo que Anastasia quería era su comisión.
–Entonces que alguien más vaya a verlo.–sugirió Elías.
–No. Tengo que hacerlo yo porque esa fue mi orden. No necesito que se preocupe por mí. — Luego
Anastasia abrió la puerta de la oficina haciendo un ademán a Elías para que se retirara. –
iDebería de irse! Tengo que seguir trabajando.
Sin embargo, Elías apretó los dientes y luego dijo:
–Anastasia, te arrepentirás de esto.
Ella sólo levantó sus cejas antes de sonreír.
–No es de su incumbencia, presidente Palomares.
– Tú… –el semblante de Elías ennegreció.
Desde que conoció a Anastasia, había perdido el control de su ira y seguía causándole molestias su com
preocupado por ella de verdad. Ya que Anastasia haria trabajo extra, pudo hacer que Franco fuera a cuid
Alejandro de la escuela debido a que había extrañado al pequeño luego de no verlo por días y deseaba l
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Ella sabia que su padre cuidaria de su hijo, asi Anastasia podria trabajar horas extras sin inconvenientes,
llevar y se la terminó en el almacén de la compañía mientras observaba el hermoso atardecer desde la v
– ¿Ella sigue en la compañía?
–
La señorita Torres acaba de ordenar comida para llevar y está comiendo en el almacén ahora mismo. Mi
–Entendido. Sigue vigilándola.–
Elías seguía preocupado, pues le había prometido a Eva que cuidaría de Anastasia junto con el favor que
Luego de terminar su merienda, Anastasia descansó por un momento antes de irse a las 7 de la tarde co
la
ventana del auto. Esperaba que pudiese irse de inmediato luego de cerrar el contrato e incluso pensó en
« Espero que no intente nada con eso en mente!
El taxi entró al área residencial de lujo antes de parar
frente a un lujoso chalé. Después de que el taxi se fue, otro auto se detuvo en la calle detrás de Anastasi
por acallar la urgencia de salir del auto mientras veia a Anastasia presionar el timbre de la puerta. En un
– iPase, señorita Torres! La espero en la sala de estar.
Cuando Anastasia lo escuchó, se apresuró a entrar a la casa. Como era de
esperarse de una persona rica, el chalé era en extremo opulento. Cuando llegó a la sala, Jonás estaba s