Capítulo 137
– Bien. Entonces deberías ir. Estaré aquí esperando a mi novia para almorzar,
Ambos hombres se despidieron. Ray acababa de entrar al vestíbulo de la oficina cuando vio a Anastasia
saliendo con su bolso.
-¿Va a almorzar, señorita Torres?
– iSi? -dijo Anastasia con una sonrisa.
Ray tomó el elevador para ir el octavo piso. Al ver a Elías sentado frente a su escritorio, le contó sobre
lo que vio:
-Me encontré con el joven Miguel abajo, presidente Palomares. Vino para llevar a la señorita Torres a
almorzar.
Elias estaba firmando unos documentos, pero sus trazos se volvieron chuecos después de escuchar las
palabras de su asistente y frunció el ceño mientras completaba su firma.
Luego de que Miguel y Anastasia fueran al restaurante, Miguel le contó sobre la renovación de su
oficina.
– Preparé un espacio para ti, Anastasia. En el futuro, puedes venir a mi oficina cuando quieras si es que
necesitas inspiración en el trabajo. Me aseguraré de que el diseño del lugar sea muy moderno y estético
– dijo Miguel.
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtAnastasia casi escupe su comida al escuchar eso. Levantó la mirada y observó a Miguel con una
expresión de impotencia y dijo:
-¿Por qué preparaste un espacio para mi?
-Si en el futuro ya no quieres ser diseñadora, puedes venir a trabajar conmigo. Yo te daré un trabajo con
un buen salario -dijo Miguel, quien ya estaba planeando el futuro.
-¿Ahora estás tratando de cazarme? El diseño es el único trabajo del que soy capaz. No sé hacer nada
más.
-Eso no es problema. Acabo de comprar una tienda de joyería, así que puedes trabajar ahí. — Miguel
miró a Anastasia a los ojos por un momento antes de que sus ojos se iluminaran-. iEs verdad! ¿Por qué
no lo pensé antes?
-Deja de ser tan terco, Miguel. No creo que podamos seguir siendo amigos si continúas actuando así.
Solo quiero que seamos amigos; no quiero que me des nada más.
Por el resto del almuerzo, Miguel no dejó de encontrar maneras para tratar de convencer a Anastasia de
trabajar en su empresa y ella se sintió muy frustrada al final. Luego del almuerzo, Anastasia regresó a
su oficina justo a tiempo para que Alexis entrara a la habitación con una sonrisa fría en su rostro.
– Escuché que regresaste tu trofeo. Ahora, toda la empresa sabe como ganaste la competencia. ¿No te
da vergüenza seguir aquí?
Anastasia la miró y dijo:
-Fuiste tú quien hizo que me llamaran esta mañana, cierto?
Alexis no se esperaba que Anastasia fuera lo suficientemente inteligente para darse cuenta de ello. pero
tampoco se molestó en ocultar nada.
-Vaya, iel mundo si que está lleno de personas con falta de intelecto y habilidades! -dijo Alexis con una
sonrisa vigorosa.
Al escuchar sus palabras ofensivas. Anastasia sintió que su rostro ardía y dijo.
-Seguimos siendo colegas, así que no quiero discutir contigo. Por favor. retirate -dijo Anastasia mientras
le detenia la puerta para que Alexis se fuera Sin embargo. Alexis no tenía miedo de revelar sus
verdaderas intenciones.
– Me aseguraré de que dejes la empresa pronto, Anastasia
Alexis la miró de reojo y después se retiró. Mientras Anastasia más pensaba en la situación más
molesta se sentia.
Quizás hubiera obtenido el tercer lugar si Elias no se habría metido en ello. Ay! Qué frustrante
Luego de eso, Anastasia estaba revisando sus bocetos cuando Gabriela tocó la puerta y entró con una
chica detrás de ella, quien vestía todo upo de prendas y accesorios de marca
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏm– Esta chica dice que quiere verle, senorita Torres -anunció Gabriela Luego de eso. Gabriela observó a
la visitante con admiración, pues llevaba uno de los últimos modelos de un bolso de
marca
Anastasia observó a la chica con sorpresa, pues no sabía quién era se levantó por cortesia y dijo:
-Hola ¿Puedo saber por qué viniste a verme?
Lidia observó la oficina de Anastasia por un momento antes de que su mirada cayera sobre las rosas
azules que estaban sobre una silla en la esquina. Un rastro de envidia apareció en sus ojos antes de
que se girara para mirar a Anastasia con arrogancia
– Permiteme presentarme. Mi nombre es Lidia Heredia y estoy aquí para hablar sobre tu compromiso
con Miguel
Anastasia entendió la situación de inmediato.
No viene de visita Viene a causar problemas,
Antes de que Anastasia pudiera decir algo, Lidia sacó una tarjeta gris antes de lanzarla a su escritorio.
-Hay 10 millones ahi. Quiero que dejes a Miguel
Anastasia se quedó congelada mientras observaba la tarjeta gris y la mirada de desdén de Lidia. Por
alguna razón, Anastasia se sintió ridiculizada y ofendida, así que le devolvió la tarjeta a Lidia y dijo:
-Sé que tiene mucho dinero, señorita Heredia. Pero no lo necesito.