Punto de vista de Gloria -Deberías haber sido tú. Mi cuerpo tiembla incontrolablemente, y un agudo dolor atraviesa mi pecho. Patrick se la vuelta, revelando una sonrisa fría. Su rostro rígido parecía indiferente y cruel.odia porque todos creen que maté a Gabrielle.puse de pie tambaleándome, temblando por dentro. Mis piernas estaban entumecidas, así que caí de nuevo al suelo. La voz helada de Patrick resonó en mis oídos una vez más. -En nombre de la Diosa...... Levanté la cabeza, mirando al hombre incrédula. -¡Patrick! No puedes rechazarme. ¡No sabes cuánto te amo! Por favor, déjexplicar... Por favor... Patrick no hizo caso a mis súplicas, simplemente continuó con su voz baja y escalofriante. -Yo, Patrick Hammond, Alfa de la Manada Espina Negra, rechazo a Gloria Carter como mi pareja. Inmediatamente, un dolor desgarrador recorrió todo mi cuerpo. Mi loba gritaba en su cabeza, -Necesitamos a Patrick. Ve a rogarle, y deja de lado tu orgullo. Maldita seas, Gloria, ve a pedirle perdón! En mi mente, había un zumbido ensordecedor, a veces sintiéndose como una explosión inminente, otras veces como ahogarse. Miré al hombre quehabía rechazado. Permaneció impasible, como si estuviera frente a basura no deseada. Sabía que él esperaba que aceptara su rechazo, pero como hija del Alfa de la Manada Silver Spring, tenía mi orgullo. -No necesito su perdón, no hice nada malo,- le dije a mi loba, ignorando sus maldiciones. En ese momento, escuché el aullido interno de mi loba. El dolor era demasiado abrumador para mí. Presioné mi corazón y escupí algo de sangre en el suelo. Pensé que mi corazón ya se había roto en mil pedazos, pero de alguna manera aún lograba sentir dolor. En ese momento, algo más poderoso y fuerte surgió de mi dolor. Era odio. Limpié la sangre que goteaba de mi boca y sonreí a Patrick. -¿Quieres cortar la conexión entre nosotros, Alfa Patrick?temo que eso nunca sucederá.- Dije en un tono siseante. Patrick lucía sorprendido. Nunca había pensado que no aceptaría su rechazo. Dejé de mirarlo, cerré los ojos, ysumergí en el dolor del rechazo hasta que mi mundo se sumió en la oscuridad. Cuando volví a abrir los ojos, seguía tumbada en el suelo en el Bosque de las Sombras. Patrick no estaba en ninguna parte, solo el Beta Damon estaba cerca. Al vedespierta, dijo fríamente, -¡Este es el destino que mereces por matar a mi hermana, Gloria Carter! Dijo y luego se la vuelta.puse de pie temblorosa, arrastrando mi cuerpo empapado y exhausto de vuelta a la Manada Silver Spring. Dos hombres lobo uniformados yaestaban esperando. -Señorita Carter, sospechamos que tuviste algo que ver con la muerte de Gabrielle Palmer. Necesitas venir con nosotros ahora. Miré a mi gente, esperando que alguien diera un paso adelante yayudara, pero nadie lo hizo. Uno de ellos dijo, -Lo siento, Gloria. El Alfa una orden esta mañana de desterrarte de nuestra manada. Ahora eres una renegada y no tenemos nada que ver contigo a partir de ahora.quedé en shock. - Soy inocente.- Dije a las personas en voz baja antes de alejacon el uniformado. Nadie parecía escuchar lo que había dicho. Antes de ser enviada a la prisión de hombres lobo, vi a Patrick parado en la entrada del salón del consejo de hombres lobo, esperándome. -¿Quieres confesar ahora mismo?- preguntó. -Podría pedir fácilmente al tribunal que cambie su veredicto. Serás liberada de inmediato si admites haber matado a Gabrielle. -Por mil veces. No maté a Gabrielle,- dije con voz decidida. Mis ojos estaban llenos de lágrimas de enojo y vergüenza. Pensé que ya había dejado de amar al hombre queenvió a prisión, pero ahora aún lo encontraba irresistible. -En ese caso...- Patrick caminó lentamente hacia mí con el aura de un Alfa. Yo, ahora una renegada, no podía soportar la intimidación apremiante del aura de Patrick y bajé la cabeza. Patrick levantó mi barbilla y continuó, -Gloria Carter, espero que disfrutes tu tiempo en la cárcel por matar a la mujer que amo. He escuchado que odian a las rubias en la cárcel. Reuní fuerzas, miré a sus ojos y dije, -Alfa Patrick, ¿y qué? No he aceptado tu rechazo. Todavía soy tu pareja. Todavía soy la futura Luna de la Manada Espina Negra... -Tú... -Se acabó el tiempo, oficiales,- dije al uniformado esperando a un lado. Ellos se prepararon yapartaron de Patrick. -¡No, no pueden llevársela! ¡Todavía no he terminado aquí!- Sonaba un poco molesto, tratando de jalade vuelta. Uno de los oficiales le dijo, -Lo siento, Alfa Patrick, pero la ley es la ley. Ella tiene que irse ahora. Tiene que presentarse en la cárcel al mediodía. Sonreí irónicamente a mi pareja mientrasalejaba con los oficiales. Esperaba que Patrick se volviera loco. Pero no. Recuperó la compostura y dijo con voz profunda y calmada, -Te arrepentirás de no aceptar mi rechazo hoy, Señorita Carter.
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