Enamorándome de mi esposa provisoria

– Ahora que por fin estas con Kathleen, será mejor que hagas lo posible por atesorarla. Ten

cuidado, o puede que no te perdonc la proxima vez –anadio Wynnie con el ceño fruncido.

-Mama, ya no me quiere. Puedo sentirlo -respondió Samuel en tono serio.

Wynnie le miro fijamente.

-Ya no es la misma Kathleen que me queria.

Wynnie mantuvo la compostura.

-¿Oh? No me sorprende. No deberías molestar a Kate si te molesta. ¿Quién sabe? Quizá

acabe con Christopher.

Samuel no pudo encontrar las palabras para responder, lo que hizo que su madre

resoplara. Por fin, respondió con rotundidad:

-No va a estar con Christopher. Volvió esta vez para reclamar su identidad.

Wynnie se quedó atónita por un momento.

-¿Qué identidad?

Samuel la miró de reojo.

-¿No lo sabías? Los padres de Kate eran huérfanos.

-Ya lo sabia. De hecho, me enteré antes que tú. ¿Quién te crees que soy? -dijo.

El rostro de Samuel era inexpresivo al sentirse burlado.

-Kathleen ha vuelto porque ha descubierto la verdadera identidad de su madre. Se irá una

vez que haya terminado sus asuntos aqui. Nadie podrá detenerla entonces.

Wynnie le dio su más sincero consejo.

-Todo depende de lo que hagas ¿Cómo puedes estar seguro si no lo has intentado?

Mientras seas sincero, no creo que Kate le guarde rencor para siempre.

Samuel se quedo callado.

En ese momento, llegó el ascensor.

vira. No hacelalla que me acompanes más lejos. Vuelve y hazle compania a Kate -dijo

Wynnie.

-Mamá, ¿sabes la identidad de Katc?-preguntó Samuel de repente.

Su madre nego con la cabeza.

– Nunca has sospechado por que Kathleen y Nicolette se parecían tanto? -continuo.

Wynnie se sorprendió.

–Espera… ¿Que? Estas diciendo que…

Samuel asintió.

-La vieja señora Yoeger tuvo una vez una niña, pero desapareció sin decir nada. ¿Suena

bien?

-Asi es. -Wynnie se perdió el ascensor, con las cejas hechas un nudo-.¿Podría ser que la

madre de Kate sea en realidad la hija desaparecida de la vieja señora Yoeger?

-Si. -Samuel asintió como respuesta.

-¡Oh, Dios mio! – Wynnie dio un paso adelante y agarró el brazo de Samuel. Samuel, ahora

que lo mencionas, recuerdo que se suponía que ibamos a llevar a Kate a la fiesta de

cumpleaños de la vieja señora Yoeger en aquel entonces. Si la hubiéramos llevado con

nosotros aquella vez… entonces tal vez…

Samuel respiro profundo.

-Yo fui la razón por la que se perdieron el uno al otro.

-¡Eso no es cierto! -Wynnie estaba agitada. -¡Nicolette debia saberlo! Si no, ¿por que

insistió en ir? Era consciente de que la familia Yoeger no la queria y sabia que tu querías

evitar el conflicto. Entre ella y Kate, solo llevariamos a una de ellas a asistir. ¡Ella estaba

tratando de evitar que se produjera la reunión!

En ese momento, la mirada de Samuel se oscureció.

Rechinando los dientes, Wynnie gruno:

-¿Quién lo hubiera pensado? ¡Es tan astuta como su madre! Entonces, ¿cuándo va a ir

Kate a la residencia Yoeger para su gran reunión?

-No ha mencionado cuándo. Supongo que será pronto. Es probable que aún este

investigando el motivo de la desaparicion de su madre. Después de eso, se dirigirá a la

residencia Yoeger -respondió Samuel con indiferencia.

-Es cierto Tu abuela me habló de esto antes. Ella sospechaba que era un trabajo interno.

La seguridad en la residencia Voeger era muy estricta. Era poco probable que alguien

pudiera entrar y llevarse a la nina Por desgracia, incluso despues de una busqueda

exhaustiva, no habia pistas para que la investigacion continuara. De lo contrario, la

anciana Sra. Yoeger no habria… -Se interrumpio con un suspiro.

-Mamá, no compartas esta información con la abuela todavia-recordo Samuel.

-Lo sé. Quédate tranquilo. -Wynnie asintió en señal de reconocimiento.

El ascensor había vuelto.

Esta vez Wynnie se las arreglo para subirse a el.

Samuel vio como la puerta del ascensor se cerraba ante el

Justo cuando estaba a punto de irse, oyó una voz profunda y familiar que le llamaba.

-Samuci.

Volviendose, Samuel miro a la mujer en la silla de ruedas. Un brillo frío cruzó sus ojos.

-Eres tú.

Nicolette llevaba una máscara. Le miró con desprecio.

-¿Te sorprende verme?

Samuel se limitó a lanzarle una mirada gelida y se dispuso a marcharse.

-¡Samuel! – Nicolette grito-. Escuché que Kathleen fue hospitalizada. Me gustaría visitarla.

-iLargate! -La respuesta de Samuel fue gélida y despiadada.

Nicolette entrecerró los ojos,

-Eres tan frio y sin corazón.

Samuel preguntó con voz sombria:

-¿Tienes ganas de morir?

Nicolette resopló con una mirada malvada.

-Samuel, hombre cruel. Me rompiste las dos piernas por el bien de Kathleen. El dolor que

senti en ese momento fue insoportable, ¿lo sabes?

-Cuando mataste a nuestro hijo, kate también sufrió un dolor inconmensurable-respondió

Samuel con

Nicolette se echó a reír y se burló:

-Lastima que ya no pueda dar a luz.

–Callate! -Para este punto, Samuel estaba apretando los puños.

-Es un hecho. Por qué no puedo decirlo? — Nicolette parecia estar provocandolo adrede.

Samuel estaba a punto de perderse.

Al notar eso, Nicolette lo miro fijamente.

-¿Quieres pegarme? ¡Adelante! Pegame.

Samuel entrecerro los ojos,

-¿Crees que no lo hare?

En respuesta, Nicolette cerro los ojos y se preparo para la bofetada.

Estaba esperando que Samuel la golpeara.

Nicolette tenia reporteros en espera. Estaban escondidos a la vuelta de la esquina, listos

para captar cualquier movimiento que pudiera servir de prueba.

Si Samuel hiciera un movimiento en ella, ella ganaria la ventaja en futuras negociaciones.

«Samuel va a estar a mi merced, y Kathleen también! ¡Pueden morir los dos juntos!>>

Nicolette sabia ahora que Samuel no iba a cambiar de opinión.

Como él era inalcanzable para ella, preferia destruirlo. Una vez que se deshiciera de él, no

quedaria nada de lo que tuviera miedo.

¡Paff! Como era de esperar, Nicolette recibió una dura bofetada en la cara.