Capitulo 23 Se arrojé en el abrazo de Izan Para ser honesta, hubo un momento en el que Valentina sintié un cosquilleo en el corazén. Sin embargo, ain no habia encontrado la verdadera razon de la muerte de su madre. Aunque dejara la ciudad de Coralia, siempre viviria con resentimientos.
Justo cuando no sabia como rechazar la oferta de Izan, su suave voz resoné: No tienes que apresurarte en tomar una decision. jLa invitacion estar vigente para siempre! Las palabras de Izan la alivi6 mucho.
pe Ya habia anochecido.
En ese momento, en la amplia oficina en el tltimo piso del Edificio Mendoza, Santiago habia terminado sus inspecciones y estaba sentado en la silla detras del escritorio. ¢jEstaba esperando la llamada de Valentina!? De repente, sono el teléfono. Sin embargo, cuando vio el nombre que aparecia en la notificacion, fruncié el cefio y contesté la llamada con un tono desagradable: -iDime! Del otro lado de la llamada, Dylan sintié un escalofrio recorriendo todo su cuerpo y se pregunté si habia hecho algo para ofender a ese hombre. De repente, se le ocurrié algo y pregunté entremetido: + —Dime, dime, ¢qué pasé anoche? ¢Hubo alguna historia interesante? Si yo fuera Noah Rodriguez y supiera que el famoso Don Mendoza esta interesado por mi prometida, haria todo lo posible para enviarla a tu cama.
—iCaéllate! —y Santiago colgo el teléfono sin piedad.
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtDos minutos después, Dylan le envié un mensaje en un tono inocente: <
Santiago eché un vistazo a la direccion mientras Thiago tocaba la puerta y entraba, luego le informa: —Jefe, Manuel ha regresado a la capital. Antes de irse, reservé una suite en el 1/3 Mientras hablaba, le entregé algunas cartas.
Santiago fij6 su mirada en el movil, pero atin no habia recibido ningiin mensaje de Valentina. Molesto, abrié un sobre anénimo y lo ley6. Habia una foto en su interior: Bajo la tenue luz, se vefa a una mujer vestida con una falda corta de color rojo, colgada del cuello de un hombre en una posicién muy intima. En la foto solo se veia la espalda del hombre, pero el rostro de la mujer estaba muy claro...
La foto disip6 al instante las nubes negras en el corazén de Santiago. Levanto ligeramente las cejas y se levanté de inmediato, diciendo: -Regresemos a casa.
Thiago quedé confundido y desconcertado una vez mas.
¢Regresar a casa? Aunque la familia Mendoza tenia muchas propiedades en la ciudad de Coralia, Santiago siempre preferia hospedarse en hoteles. ¢Y ahora le decia que regresarian a casa? Santiago no se percaté de los pensamientos de Thiago, simplemente caminé con grandes pasos. Si Valentina no se comunicaba con él, también le parecia aceptable enviarle un mensaje. Pero no podia mostrar demasiado entusiasmo, j ese era su limite! Pensando en eso, comenz6 a editar el mensaje seriamente, eliminando y revisando una y otra vez, pero al final solo quedé una direccion en el cuadro de .chat...
Satisfecho, sali6 del edificio. Justo cuando estaba a punto de enviar el mensaje, vio a una figura familiar al otro lado de la calle.
Detuvo su paso y su rostro se oscurecié al instante.
pe Al otro lado de la calle frente al Edificio Mendoza, 1zan abri6 la puerta del copiloto y ayudé gentiimente a Valentina a bajar del auto.
Valentina habia rechazado cortésmente la amabilidad de Izan para llevarla a casa. Encontré una excusa para que la dejara alli.
-Muchas gracias. Chao -agradeci6 Valentina.
Después de alejarse una cierta distancia, recibié una llamada desconocida.
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏm2/3 —Ayudame, salvame, hermana Valentina... jAh! jAyadame! jEstoy en el Gran Hotel de Coralia...
La llamada se cort6.
Valentina reconocié de inmediato la voz. Era Ménica Gonzélez, la estudiante de preparatoria que ella habia patrocinado.
Actualmente estaba en su primer afio en la Universidad de Coralia. jEstaba en peligro! Valentina se dio la vuelta y vio que el auto de Izan atin estaba alli. Corrié hacia él de inmediato, aunque estaba tan preocupada que tropezo con algo y terminé abrazando a Izan por accidente...
No tenia tiempo para sentirse avergonzada, le dijo a Izan: -Izan, por favor, jllévame al Gran Hotel de Coralia! Izan comprendié su urgencia y la dejo subir al auto de inmediato. Luego, el auto se alejé rapidamente.
Sin embargo, Santiago, que estaba frente al Edificio Mendoza, no habia escuchado el contenido de la conversacion. Solo vio que Valentina se habia arrojado al abrazo de un hombre. Su mirada se volvié cada vez mas fria.
Thiago sinti6 el aura peligrosa que emanaba de Santiago y le pregunté con cautela: -Jefe, ¢regresamos... a casa? ¢Casa? jYa no tenia un hogar alli! Santiago solt6 una sonrisa burlona y eliminé el mensaje editado. Dijo friamente: -Al Gran Hotel de Coralia.