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Capítulo 325

La ceremonia de Inauguración estaba a punto de comenzar.

Los asientos vacíos junto a Amelia se habian ido llenando poco a poco, todos ocupados por personajes importantes y reconocidos.

Quizás porque velan en ella una imagen y una presencia distinguidas, no faltaban los que se acercaban a iniciar una conversación. Ella respondía con una sonrisa cordial y alguna que otra frase cortés.

No era especialmente hábil en las relaciones sociales, ni le interesaban demasiado, así que su participación en esos eventos era siempre breve y al grano.

El asiento de Dorian seguia vacio, probablemente aún estaba ocupado con algún asunto interno.

Luego de toparse con una negativa por parte de Rufino y no lograr encontrarse con Amy en persona, Eduardo y Cintia, no tuvieron más remeque llegar al lugar del evento.

Rufino les había asignado asientos al lado derecho de Amelia.

Al llegar al lugar, Cintia revisó instintivamente las filas delanteras en busca de una placa con el nombre “Amy“, pero no la encontró.

Frunció el ceño y preguntó en voz baja a Eduardo: “¿Por qué no veo el asiento de la diseñadora?”

Eduardo también echó un vistazo alrededor, pero no le mucha importancia. “Tal vez hay mucha gente y está tapado.”

Cintia no pudo evitar comentar, “Pero no vi su nombre en las primeras dos filas, y miré con atención.”

Amelia, por su parte, habia tomado asiento en la primera fila.

Al verla sentada tranquilamente en la primera fila, la mujer no pudo evitar volver a fruncir el ceño.

Eduardo también notó que el asiento de Amelia estaba al lado del de Dorian y arrugó el ceño, pero dado que los invitados ya se habian acomodado, no era momento de hacer un escándalo.

“No sé cómo maneja las cosas Rufino.”

Eduardo murmuró con el ceño fruncido. La ceremonia estaba por comenzar, por lo que no era momento para más quejas. Empujó a Cintia hacia sus asientos mientras saludaba calurosamente a los invitados que encontraba a su paso. Una vez sentados, la sonrisa en su rostro finalmente se desvaneció.

Cintia se sentó junto a Amelia, pero no la miró directamente. Apenas se acomodó, cruzó la pierna izquierda sobre la derecha, sentándose erguida, manteniendo el cuello recto y la vista fija en el escenario. Tanto su postura como su expresión denotaban su habitual elegancia y orgullo.

Amelia tampoco le prestó atención.

A diferencia de la postura tensa de Cintia, ella parecía mucho más relajada y aún encontraba tiempo para responder algunos mensajes.

Sin embargo, Cintia, movida por la curiosidad de saber dónde estaba sentada Amy, no pudo evitar echar un vistazo alrededor una vez más. Cuando su mirada se cruzaba con la de alguien, respondía con una sonrisa educada, manteniendo una pose adecuada.

Pero tras una mirada completa alrededor, no encontró el nombre que buscaba y su ceño se frunció aún más. Estaba a punto de girarse para hablar con Eduardo, cuando Dorian salió de entre bastidores,

seguido por un grupo de personas. Estaba conversando con algunos de ellos al caminar. Su rostro sereno y su presencia imponente lo hacían destacar entre la multitud.

Al verlo acercarse, cerró la boca, estaba a punto de decir algo, pero sus ojos seguían inevitablemente a Dorian.

Aunque Dorian estaba prestando atención a la conversación de su lado, su expresión cambio ligeramente al llegar al evento, dividiendo su atención y escaneando la sala.

Amelia, notando la conmoción de su llegada, miró hacia el inconscientemente.

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Sus miradas se cruzaron en el aire.

Élle dedicó una sonrisa, tan leve que casi nadie más pudo percibirla, pero era evidente que su búsqueda habla terminado.

Amelia devolvió la sonrisa con la misma sutileza, luego retiró su mirada y la dirigió hacia el escenario.

Dorian se acercó a ella y tomó asiento en el lugar vacío a su lado.

“¿Cuándo llegaste?“, preguntó en voz baja.

“Hare un rato“, respondió Amelia también en susurros, cuidando que su voz no se elevara demasiado.

Él asintió ligeramente: “Vale.”

No agregó nada más y miró su reloj. Era la hora exacta; la ceremonia de inauguración estaba a punto de comenzar.

Rufino, como maestro de ceremonias, ya había subido al escenacon el micrófono en mano.

Después de dar la bienvenida a todos y ofrecer una breve introducción al proyecto, sonrió a la audiencia y dijo: “Permitannos invitar al presidente actual del Grupo Esencia y uno de los encargados de EstuEsencia–Rufino, el señor Dorian Ferrer a subir al escenay dirigir unas palabras“.

Un aplauso atronador llenó la sala.

Dorian se levantó y con paso seguro se acercó al podio, tomando el micrófono para comentar sobre la visión inicial del proyecto, sus perspectivas y su filosofia.

Su presencia era imponente, su voz, profunda y agradable, en cada gesto demostraba la confianza y tranquilidad de quien está acostumbrado a liderar. Con una calma que dictaba el ritmo del evento y controlaba la atención de todos.

Amelia ya habla visto a Dorian hablar en público antes, durante la inauguración de una nueva empresa. Sin embargo, no podia evitar reconocer que habia personas que simplemente nacen para el escenario, cuyo carisma se desborda en

cada movimiento.

El continuo aplauso de la audiencia era un claro respaldo a esa idea.

Él habló por poco tiempo, pero sus palabras, aunque improvisadas, iban directas al corazón del asunto.

Al bajar del escenario, el aplauso persistió por largos minutos.

Rufino volvió al frente y tuvo que pedir silenvarias veces con un gesto de sus manos antes de continuar: “Ahora nos complace invitar a la única diseñadora y arquitecta principal de nuestro proyecto ‘Resort de Estilo Tradicional“, la señorita Amy, para compartir con nosotros la inspiración detrás de su obra“.

Nuevamente, la sala estalló en aplausos.

Cintia y Eduardo se giraron instintivamente para buscar entre la multitud a la persona que se levantaría.

Pero entre la maraña de gente, nadie se puso de pie.

Cintia frunció el ceño confundida, a punto de buscar la mirada de Rufino en el podio, cuando notó que Amelia, a su lado, se habla levantado.

Eduardo también se cuenta y miró a Amelia con sorpresa, luego a Rufino en el escenario.

Rufino, con su mirada fijada en Amelia, sonrió presentándola a la audiencia:

“Amy, cuyo nombre en español es Amelia, se graduó en la prestigiosa Universidad Central, clasificada entre las tres mejores del pais en arquitectura, luego completo su maestría en el Instituto Federal de Tecnologia de Zürich. Fue discipula del renombrado arquitecto Rubén Lines y desde su época universitaria, participó en el diseño de estructuras emblemáticas, como el teatro de la ciudad de Sanmanilla y el centro deportivo de Valenciora.

El reciente y popular centro de medios de Valverde, que se ha convertido en un punto esencial para influencers, fue diseñado por la señorita Amelia durante su último año de pregrado. Durante su maestría, se unió al Estude Arquitectura Rufino y logró diseñar varios proyectos arquitectónicos significativos para clientes europeos. El diseño completo del proyecto ‘Resort de Estilo Tradicional‘ es obra de la señorita Amelia y desde el primer momento cautivo a todos.

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Capitulo 325

“Ahora, reciban con un caluroso aplauso a la arquitecta principal del proyecto ‘Resort de Estilo Tradicional, la señorita Amy, Amelia, al subir al escenapara dirigimos unas palabras.”

Cintia y Eduardo se volvieron hacia Amelia al mismo tiempo, compartiendo una mirada de asombro y admiración.