Capitulo 74: Labios Hinchados
Ella estaba a punto de investigar, pero su esposo de matrimorelampago ya la habia llevado al ascensor y
salieron del centro comercial.
-¢Cémo terminé con él?
Santiago colocé a Valentina en el asiento del copiloto, su voz grave mostraba un toque de disgusto.
Valentina se quedé perpleja.
Valentina de repente se cuenta de algo y respondié de inmediato:
-En la cena de celebracion del gran concurso de joyas de esta noche, no tenia ropa adecuada. Aprovechando que
tenia tiempo, decidi venir a mirar. El chofer de Izan es bastante amable,ayudé con las bolsas de compras...
iOh no, dejé mis bolsas en el auto del chofer!
Valentina lo recordd de pronto.
Justo cuando iba a bajar del coche a buscarlas, Santiago la detuvo, poniendo su mano en su
hombro con una voz suave y carifiosa:
Yo iré por ellas.
Santiago cerré la puerta del coche y se volvié a adentrar en el centro comercial.
El corazén de Santiago latia con emocion.
El «chofer... jJa! Asi que para Valentina, Alvaro era solo un chofer.
Pero Santiago no podia quedarse de brazos cruzados sabiendo las intenciones de Alvaro hacia
Valentina.
Santiago se dirigié con pasos firmes hacia Alvaro, le arrebaté las bolsas de compras y le
advirtié con un tono severo:
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Ya te dije que no te metieras con ella.
Alvaro se quité la mascarilla, y aunque ambos tenian rasgos faciales similares, su carisma era
totalmente diferente.
-4Y si insisto? -Alvaro levanté una ceja, indiferente.
Habia atraido a Santiago a propdsito, jy habia funcionado!
+15 BONOS
Recordando como estaba Valentina antes, Alvaro miré significativamente hacia el pasillo por donde habian
pasado.
Era la primera vez que veia a Santiago tan fuera de control.
-Hermano, tambiénha gustado ella. -Alvaro observé a Santiago, dijo con una sonrisa siniestraTM, La proxima
vez que la vea, le hare saber que soy Alvaro Soto. ;Qué tal si
competimos de manera justa?
Alvaro te lanzé a Santiago una mirada desafiante y se marché con paso largo.
Los ojos oscuros de Santiago brillaron con intensidad.
Thiago, a su lado, no se atrevia ni a respirar.
Después de un largo minuto, Santiago dijo en voz fria.
-Cancela los planes siguientes, preparate, iré a la cena de celebracién de Grupo Valenzuela.
-¢Pero no habia rechazado ya la invitacién de Grupo Valenzuela?
Thiago, sorprendido, sinti6 la mirada penetrante de su jefe y se estremeci6.
iDebia ser porque la sefiorita Lancaster también asistiria a la cena, por eso sefior queria ir!
-Si, ahora mismo lo arreglo.
Thiago inmediatamente hizo una llamada.
Cuando Santiago volvié al coche, sacé un par de zapatillas deportivas de la bolsa de compras.
-No compré zapatillas deportivas...
-jLas compré yo!
Santiago se agachd, tomando sus pies en sus manos.
El contacto con sus grandes manos le caus un cosquilleo en el corazén.
(Estaba preocupado de que ella se torciera el tobillo de nuevo?
Un calor reconfortante la invadid, y Valentina dejé que él le quitara los tacones para ponerle las zapatillas
deportivas.
Pensando en la celebracién de esa noche, Valentina de repente quiso estar con él. Asi, sin dudarlo, lo invité.
435 BONOS
-¢Te gustaria acompafiaa la celebracion de esta noche?
Santiago se qued6 sorprendido.
-¢Como qué? -pregunté Santiago con voz tenue,
-¢Como mi esposo, por supuesto! Valentina no tenia reparos en decirlo,
Esta respuesta claramente complacié a Santiago, quien no tenia inconveniente en aparecer en
pulblico como su esposo, incluso albergando una ligera expectativa,
Pero en un instante, un balde de agua fria cay sobre él...
-iOh no, sefior Mendoza... ese es el coche del sefior Mendoza! Valentina exclamé de repente,
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Ella miraba fijamente un lujoso coche no muy lejos, sus ojos llenos de desdén y rechazo,
-Vamonos rapido, con ese sefior Mendoza cerca, seguro que nada bueno pasara.
Santiago se tens. Mir6 fijamente a Valentina, con una mirada oscura e indescifrable,
-iApurate! No dejes que él nos vea... -urgi6 Valentina.
En ese momento, su mente estaba completamente opacada por la sensacién opresiva que le
provocaba el solo nombre del sefior Mendoza, sin notar la sombria expresién de su marido de
boda reldampago.
Santiago, con una mirada compleja, se dirigi6 al asiento del conductor, con una sonrisa irénica
en sus labios.
iDeberia sentirse afortunado de haberla llevado en este coche? ;No aquel carro?
Algo parecia atorarse en su corazén.
Valentina estaba a punto de instar de nuevo a su marido de boda reldmpago a arrancar el coche.
De repente, Santiago la mird, su mirada se posé en sus labios y, despejando la melancolia de su
corazén, sonrié.
Esa sonrisa le causé un escalofrio.
(Habia algo en sus labios?
Antes de que Valentina pudiera revisarse en el espejo, Santiago se inclind hacia ella, tocando la comisura de sus
labios con su mano, su voz grave y melodiosa.
El pintalabios esta corrido...
Ademas del pintalabios corrido, sus labios estaban ligeramente hinchados. iEl la habia besado con demasiada
fuerza!