Capítulo 124
Capitulo 0124
-,No crees en la medicina tradicional? Marcelo alz6 una ceja. La medicina tradicional es una ciencia médica que nuestros ancestros han pasado de
generacién en generacion durante miles de afios.
-Creo, es precisamente porque creo en la amplitud y profundidad de la medicina tradicional por lo que pienso que el Profesor Sanchez no deberia ser capaz de dominar esta habilidad tan facilmente dijo ella. De lo contrario, la medicinal tradicional seria demasiado sencilla.
Tomar el pulso para discernir el estado de salud de alguien, a menos que fuera un gemédico, no era posible sin haber dedicado décadas de esturiguroso. Y Marcelo era un profesor, no deberia ser capaz de dividir su atencién en dos campos tan complejos.
Marcelo sonrié, admitiendo francamente: -No, no sé tomar el pulso. Ni un poco.
Cira dijo suavemente: -Mentiste.
Marcelo la miro: -Menti porque creo que tu no mentirias.
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtCira fruncié el ceinvoluntariamente.
Marcelo, una persona que conocia hace menos de un mes, creja y la ayudaba, gy Morgan? Incluso pensaba que ella mentiria sobre algo tan secomo un aborto.
Cira se sentia amargada y tom6 la cerveza de las manos de Marcelo, quien intento recuperarla.
Cira esquivo: -Ahora mismo quiero beber, Profesor Sanchez, acompafiame. Marcelo no estaba de acuerdo. Pero Cira realmente necesitaba una forma de desahogar todo el estrés acumulado estos dias.
Debido al cansancio, su mirada carecia de enfoque, dandole un aire mas encantador: gNo eres memédico? Si algo sucede, puedes salvaaqui
mismo.
Era una broma en un momento inoportuno. Marcelo, resignado, dijo: A lo sumo, tres botellas..
Los dos bebieron en el pequebalcon.
+15 BONUS
Una de las razones por las que Cira y Clara alquilaron este apartamento era por el balcdn con buena vista.
Cada uno en una silla, con un paquete de cervezas en el suelo, Marcelo abrid una botella, pero solo tom6 unos sorbos. Cira bebia lentamente pero continuamente, botella tras botella, bebiendo en silencio.
Cuando lleg6 a la cuarta botella, Marcelo frunel cefio: Eso es suficiente.
Pero Cira sefialé hacia un edififuera del balcon: Cuando nos mudamos aqui, ese edifiatin no estaba construido. Desde este balcon, podiamos ver la luna todas las noches. Después de que construyeron ese edificio, la luna ya no se veia, estaba bloqueada.
Marcelo la mird: Bueno, yo veo la luna.
Cira emiun sonido confuso.
Marcelo camde posicién para acercarse mas a ella: Si quieres ver la luna, mira mis ojos. Cira lo miré de reojo, algo divertida: reflejada en tus ojos.
Cira estaba palida como la luna.
Nodigas que quieres decir, verme Marcelo también comenzé a reir: No, mira el reflejo de la luz en mis lentes, redondo como la luna. Cira se acercé para ver, y si, el reflejo de la luz incandescente del balcon en sus lentes era redondo y brillante.
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏmEl punto redondo de luz, justo como la luna.
Ella lo miré durante mucho tiempo.
Cuando su padre fue Ilevado por la policia, no quiso llorar. Al regresar a casa y ver la mirada llena de esperanza de su madre, tampoco quiso llorar.
Incluso en el hospital, al escuchar a Keyla decir esas palabras y conocer esa verdad, no quiso llorar. Pero en ese reflejo de luna de Marcelo, de repente sintié un nudo en la garganta.
Sin darse tiempo para reaccionar, las lagrimas comenzaron a caer.
Y luego, como la lluvia que seguia cayendo afuera, simplemente no pararon.
+15 BONUS
Realmente queria que alguien la protegiera como ella protege a otros. Queria a alguien que pudiera ayudarla, no solo depender de si misma para todo. Ver a Marcelo le recordaba a Emilia Sanchez.
Ella envidiaba eso. Envidiaba mucho. Realmente envidiaba a esas chicas que eran cuidadas y protegidas, viviendo una
vida facil y ligera.