Capítulo 484
Esas palabras calientes se sucedian una tras otra.
Evrie levant6 la mano para cubrirse el rostro, sus orejas y el cuello se tornaron rojos como la sangre. —Clic—
La puerta del base abrio.
Farel salid envuelto en una bata de bafio, que era claramente corta y de mujer, colgando sobre su cuerpo y dejando sus musculosas piernas al descubierto.
jEra su bata!
Evrie lo miraba fijamente, con sus ojos llenos de determinacion.
Pareciendo captar su pensamiento, Farel le hablé con tacto.
—La ropa se ensucié—, sefiald hacia la ropa tirada en el suelo, —zprefieres que ande desnudo? — Evrie se gird.
—Vete, deja de fastidiarme. —
Farel — ..—
Después de tantos afios, su temperamento parecia haber aumentado.
Evrie se gird y entré al bafio.
De todos modos, no queria esa bata de bafio.
Ni queria quedarse en una casa tan incémoda con él, enfrentando un escenatan explosivo.
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtAntes de cerrar la puerta, le lanzo una advertencia al exterior —Sr. Haro, espero que se haya marchado para cuando salga, 0 lo denunciaré por allanamiento de morada. —
Bang— La puerta del base cerré sin piedad.
Farel se quedo quieto, bajando la mirada hacia las marcas de arafiazos en su pecho, sus delgados labios se curvaron ligeramente.
Las garras del gato eran bastante afiladas.
Parece que las habia guardado para arafiarlo a él.
—Ding dong—
En ese momento, soné el timbre en la sala.
Farel fue a abrir la puerta.
Joan estaba afuera —Sr. Haro, buenos dias, gcdmo estuvo su noche? —
Farel ajust6 su bata —Bien.copy right hot pub
Joan lo examino de arriba abajo, finalmente su mirada se detuvo en su rostro. —Esas ojeras... No durmi6 en toda la noche? ¢No se habra quedado despierto hasta el amanecer? — Joan lo conocia bien.
Después de cuatro afios de espera, al ver finalmente la marca de su obsesién, seguramente no pudo apartar los ojos de ella en toda la noche, sin querer pestafiear.
Farel le lanzé una mirada —z Hay algo que quieres decirme? — Joan levant6 unas bolsas de papel y se las entrego.
—Esto es su ropa y el desayuno quepipreparar a las cuatro de la mariana, ya alimenté al gato y limpié su arenero, y también contraté a alguien para que limpiara su casa.—
—Mmm. —
Farel tom6 las bolsas y una orden —Espéren el auto. —
Joan miré hacia adentro con curiosidad —zY la Srta. Evrie? gNo se habra despertado ain? —
Farel —zPor qué no entras tu y yovoy? —
Joan se apresur6 a negar con la cabeza, retrocediendo —No, no, te esperaré en el carro, nos vemos alli. —
Farel cerré la puerta con eficacia, dejandolo fuera.
Cuando Evrie salié del bario, Farel ya estaba vestido y listo.
Se puso un negro, camisa blanca, pufios inmaculados, corbata impecable, su apariencia era la de un caballero perfecto. Con la cabeza inclinada, estaba colocando el desayuno en la mesa con precisién y elegancia. Al ver a Evrie, silenciosamente desempacé los cubiertos y los colocé en la mesa.
— Por qué no te has ido? — le pregunté Evrie.
—Te esperaba—, Farel afiadié, —olvidé algo en tu habitacién y necesito llevarlo conmigo. — Evrie entendid, se habia cambiado de ropa y habia cerrado la puerta con llave.
Se hizo a un lado para dejarle paso.
Evrie capto ese movimiento.
Esa corbata le era familiar, el primer lujo que se habia permitido en su vida, y no podia olvidarla. Mird hacia otro lado, evitando mirarlo.
Farel sade la habitacion y, conscientemente, se dirigié hacia la salida.
Temia que demorarse pudiera irritar a Evrie.
A\ llegar a la puerta, le dijo.
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏm—Tu estémago esta peor que antes, recuerda comer bien. —
Evrie —jLargate!—
La puerta se cerr6é suavemente, esta vez realmente se fue.
Evrie miré el desayuno que ocupaba la mitad de la mesa.
Avena, tortas de maiz, sopas, todo tipo de comidas que solia disfrutar y que eran buenas para el estmago. Giré la cabeza, pidid comida a domiciy no tocé nada de lo que habia en la mesa.
Evrie los separd uno a uno, y finalmente tird todo lo que era de él en la basura.
Luego recogi6 su propia ropa y la llevo a lavar.
Mientras se aseaba frente al espejo, se cuenta de todas las marcas que tenia en el cuerpo, densas y dispersas, como si alguien hubiera estado rasgando su piel.
jEse hombre desgraciado!
—Bibibi—
Su celular comenzo a vibrar.
Era una llamada de Blanca.
Evrie la atendié sin pensarlo mucho.
—Evi, 4ddnde estas, estas bien? Ese perro de Farel no te hizo nada anoche, ,verdad? — Evrie se enfurecié al recordar.
— Qué diablos era esa bebida que preparo Berto? Era tan fuerte y con un efecto tan duradero. Ayer con un solo trago quedé fuera de circulacion, gcémo es que no te ocupaste de mi? —
Evrie asintié: —Yo tampoco puedo explicarlo todo ahora, lo discutiremos en detalle cuando nos veamos. — Justo cuando Blanca colgé el teléfono.
Alguien la agarr6 por detras en un abrazo, rodeandole el cuello, y una voz suave y agradable le susurré al oido. — Qué cosas malas hablabas de mi? —
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