Capitulo 720 El costo de su dolor
Cuando Kyra finalmente colgd, el resentimiento aparecié en su rostro.
iTora! jEsa perra despreciable! ;Como se atreve a engafiay casi arruinar sus planes?
Exasperada, llamé a Thora para ajustar cuentas, pero Thora habia apagado su teléfono y no podia
localizarla.
Cuando Frederic y Wrenn regresaron al centro de investigacion, ya habia amanecido por completo.
Los dos estaban preocupados por su hijo.
Neera frunci6 el cey puso cara larga cuando los vio.
Al principio, ella queria ignorarlos y marcharse. Al final, ella todavia se detuvo y hablé con frialdad.
“No tenemos un area de descanso para visitantes en el centro de investigacion. La condicién de Jean es
propensa a
reaparecer. No se despertard en poco tiempo. No veo la necesidad de que ustedes dos se queden aqui”.
Frederic y Wrenn sintieron su ira e indiferencia persistentes. Los dos se sintieron incémodos por primera
vez.
“Lo sabemos”, respondieron, con la voz cargada de amargura. “Aunque esté inconsciente, sélo
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queremos quedarnos con él. No nos importa que aqui no haya zona de descanso. Estar con él es
lo nico que importa”.
La ira que se habia estado acumulando dentro de Neera estall6 una vez mas. Hacia un calor abrasador.
De repente, sinti6 la necesidad de reprenderlos.
iPor qué ustedes dos no le habian demostrado antes cuanto les importaban? ; Qué mas habéis hecho vosotros
dos ademas de
dudar y rechazarme? Finalmente ves tus errores cuando Jean sufre?
Tenia un montén de preguntas agudas listas para dispararles. Sin embargo, los reprimié en el ultimo
momento. Quizas tenia miedo de perder la calma y montar una escena.
Al final, regres a su oficina con una expresion gélida.
Osbert habia presenciado todo desde un lado. Naturalmente, entendi6 la razén por la que ella estaba
molesta.
Le trajo el desayuno para consolarla.
“Neera, has estado trabajando toda la noche. Puede que tengas un poco de apetito, pero tienes que comer
algo. ;De qué otra manera tendrés la fuerza para seguir sin comer? ;Qué le pasaria a Jean si usted enfermara?
Intentd persuadirla y tenia razén.
Aunque no estaba de humor, Neera se obligd a dar algunos bocados.
“Deberias tomar una siesta”, insistié Osbert. “Luigi y yo lo vigilariamos. Si sucede algo, se lo notificaremos de
inmediato”.
Estaba cansada y lo Unico que la sostenia era el dltimo hilo de su terquedad.
Dudd, pero decidié dejar de esforzarse y asintié con la cabeza.
Antes de entrar a la sala de guardia, recordé a los padres de Jean esperando en el pasillo.
Ella frunci6 el cefio, dejé de caminar y grité: “Osbert”.
Osbert casi habia llegado a la puerta cuando se volvié y pregunté: “;Si?”.
Ella frunci6 los labios y hablé de mala gana: “;Puedes encargarte de los Beauvort? Han estado despiertos toda la
noche y puede que les resulte dificil aguantar. Si se niegan a irse, consigales una habitacién para que
descansen. Llévales el desayuno también. Depende de ellos si quieren comer”.
Dicho esto, se fue a dormir una siesta.
Osbert no se sorprendid. Suspiré un poco. Neera siempre fue mordaz pero bondadosa.
Al mismo tiempo, José mird a sus padres, incapaz de decirles la verdad.
“Papa y mama, acabo de descubrir que la condicién de Jean es casi tan mala como lo era antes de que Neera lo
tratara. Su vitalidad habia quedado gravemente dafiada y apenas podia aguantar. Neera debe estar furiosa y ha
perdido la calma por esto. No lo tomes como algo personal”.
Como no queria que creciera el resentimiento de sus padres hacia Neera, hizo un esfuerzo por mediar.
Inesperadamente, las lagrimas corrieron por el rostro de Wrenn.
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Frederic se sorprendid y pregunté: “; Qué pasa?”
Joseph asumié que su madre estaba preocupada por el estado de Jean y la consolé de inmediato.
“Mama, no te preocupes. Neera esta aqui; ella no permitird que le pase nada a Jean. Sélo necesita algo de
tiempo
para recuperarse”.
Sin embargo, Wrenn lloré atin mas ferozmente. Sollozé incontrolablemente en el abrazo de Frederic.
Después de un rato, dijo con voz ahogada: “Creo que pude haber cometido un grave error”.
Sus palabras sorprendieron a Frederic.
“Pensé que todo lo que hacia era por el benefide Jean. Nogustaba y traté de separarlos. Al
final, lastimé a Jean. Todo es mi culpa. Intentaste haceentrar en razén, pero no te escuché. Soy
testarudo. {Si algo malo le pasa a Jean, no creo quelo perdone nunca por el resto de mi vida!
La culpa y el arrepentimiento se apoderaron de ella, y Wrenn se sintié abrumada por su pena.
Después de que Frederic la escuchd, suspiré profundamente y se sumergido en sentimientos encontrados.
Si Neera no hubiera estado alli, podriamos haber perdido a nuestro hijo.
Joseph, observando todo desde un lado. Dejé de ofrecerles consuelo. Crefa que sus
obstinados padres finalmente podrian estar dispuestos a cambiar sus costumbres.