Capitulo 122 Violeta frunci6 el ceno, incluso a través de un mensaje de texto, su tono seguia siendo autoritario.
Guardo su teléfono en el bolsillo, y Diego, que estaba al lado, le lanzo una mirada, “Violeta, ya que terminamos temprano hoy, ;qué tal si salimos a pasear esta noche?” “No, Diego, tengo cosas que hacer”, rechazo Violeta, recordando el mensaje que acababa de recibir, agrego, “mi amigo me esta esperando, planeamos comer ‘asado’ esta noche”.
Hubo un énfasis deliberado en su tono, claramente dirigido a Rafael.
El ascensor llego rapidamente al piso deseado y los cuatro salieron uno tras otro.
No mucho después de que Violeta regreso a su habitacion, alguien toco la puerta. Al abrir, Nico entro corriendo con su cabello al estilo hongo y la arrastro hacia la habitacion de al lado, “Violeta, te estabamos esperando!” La escena dentro de la habitacion la sorprendio.
Estaba claramente bien decorada, muy acogedora, con globos por todas partes y un “Feliz Cumpleanos” hecho de globos en la pared. En la mesa habia un ‘asado’ humeante.
Julian, vestido casualmente, la recibio con una sonrisa, “Originalmente planeamos ir a un restaurante, pero pensé que seria mas acogedor aqui en la habitacion”.
“Es muy acogedor, asintio Violeta, conmovida, “; ustedes hicieron todo esto?” “Si, inflé muchos de los globos yo mismo. ;Te gustan, Violeta?” el nino busco reconocimiento de inmediato.
Violeta le acaricio la cabeza, “Me encantan, gracias”.
“No hay de qué, el nino se ruborizo.
Julian la llevo a la mesa, le saco la silla para que se sentara, luego levanto a su hijo y lo coloco a su lado antes de sentarse él mismo.
El ‘asado’ era un servicio a domicilio del restaurante local, cada uno tenia su pequena parrilla con carne y verduras dispuestas en la mesa. El aroma de la carne de res llenaba la habitacion, proporcionando un calor reconfortante.
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtA mitad de la comida, Julian saco una caja bellamente empaquetada, “Feliz cumpleanos, Leta”.
“;Qué es?” Violeta la tomo “Abre y veras”, la sonrisa de Julian se intensifico.
Violeta lo abrio para encontrar una navaja suiza nueva.
Julian le ayudo a deshacerse de la caja y sonrio, “sNo me dijiste que tu navaja vieja estaba rota? Aqui tienes una nueva”.
“Gracias, Julian... Violeta acaricio la empunadura de la navaja.
No era muy diferente de su navaja anterior, solo que la hoja era mas nueva. Pero por alguna razon, la alegria de recuperar lo perdido no era tan fuerte como esperaba.
Aunque fue el mismo Julian quien se lo regalo.
El nimero de platos en la mesa comenz6 a disminuir hasta que solo quedaban unos pocos.
Julian fruncio el ceno y le dijo a su hijo, “Nico, no comas tanto, ya son casi las ocho, jno es bueno para la digestion iPero estoy en la etapa de crecimiento!” Nico seguia metiéndose grandes pedazos de carne en la boca, sin mutarse Violeta miro el reloj, faltaban cinco minutos para las ocho..
Recordando el mensaje que recibio esa tarde, dudo un momento antes de coger su teléfono, “Necesito hacer una llamada”.
Julian asintio mientras intentaba detener a Nico de comer mas carne.
Violeta se alejo un poco antes de buscar a “Rafael” en su lista de contactos y llamar. Sin embargo, la llamada fue directamente al buzon de voz.
Regreso a la mesa con una sonrisa forzada y Julian pregunto, “; Estas bien, Leta?” “Estoy bien”, Violeta nego con la cabeza.
Habia dejado claro en el ascensor que no iria al parque.
Nico, que ya no podia comer mas carne, cambio su enfoque, “Papa, ;cuando podemos cortar el pastel?” *Hagamoslo ahora!” Violeta sonrio.
“Bien, ustedes pongan las velas, yo las encenderé”, sugirio Julian.
Las velas numéricas estaban en el pastel y, una vez encendidas, apagaron las luces de la sala. El
pequeno Nicolas y Julian empezaron a cantar, “Cumpleanos feliz, cumpleanos feliz...
Violeta, con su sombrero de cumpleanos, sonrio y pidio un deseo con las manos juntas.
No tenia grandes deseos, solo esperaba que su abuela estuviera saludable y que sus amigos estuvieran felices. Soplo las velas y de esta manera culmin6 la celebracion de su cumpleanos.
Llamaron a la mucama para que limpiara la sala.
No solo Nico, sino también Violeta se sentia llena, incluso sentada en el sofa se sentia incomoda.
“Guau, esta lloviendo afuera!” El pequeno Nico, apoyado contra la ventana, se volvio y les grito.
“;Realmente esta lloviendo! Planeabamos dar un paseo por el vecindario después de la comida, pero parece que tendremos que cancelarlo.” Dijo Julian, dando un vistazo a la lluvia. “Pero pregunté al personal del hotel y dijeron que hay un jardin en la azotea, podriamos ir alli.” “Eso suena bien.” Respondio Violeta, tocandose el estomago.
Salieron de la habitacion, cerraron la puerta y se dirigieron al ascensor.
Mientras doblaban la esquina, un destello de luz en el rabillo del ojo de Violeta revelo una figura familiar que acababa de pasar rapidamente.
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏmVioleta se detuvo por un momento, penso un poco y luego decidio seguir a la figura.
Radl, al parecer, acababa de regresar del exterior. Estaba un poco mojado por la lluvia, y cuando escucho que alguien lo llamaba, se dio la vuelta y asintio al reconocer a Violeta.
“;Radl, el Sr. Castillo ha salido?” Pregunto Violeta con indiferencia.
“Si. Respondio Raul, asintiendo.
Violeta fruncio el ceno ligeramente, su tono era algo tentativo cuando pregunto, “..y alin no ha regresado?” “Parece que no.” Rail asintio nuevamente después de escuchar la pregunta.
“Oh...” Violeta apreto los dedos, ;todavia no habia vuelto? Nico noto que ella no estaba siguiendolo y corrio hacia atras para tomar su mano. “Violeta, qué estas haciendo, el ascensor ya esta aqui!” Violeta fue arrastrada al ascensor, que comenzo a subir.
Quizas debido a la lluvia, habia muchas personas en la azotea, todas eran huéspedes del hotel.
El diseno de la azotea consistia en grandes ventanas de piso a techo, lo que permitia a los visitantes tener una vista panoramica de toda la ciudad, Sin embargo, en este momento estaba lloviendo a cantaros, el sonido de la lluvia era abrumador y las gotas de agua que se deslizaban por el vidrio impedian ver claramente.
La lluvia de otono era feroz y parecia que no iba a parar pronto.
Violeta bajo la vista y miro el mensaje de texto en su teléfono: Esta noche a las ocho en el Parque del Monte Morfeo, no faltes.
Miro la hora.
Ya eran mas de las nueve...
La entrada al jardin de la azotea estaba justo enfrente, habia una maquina vendedora al lado. Nico queria una bebida porque tenia sed, asi que Julian inserté unas monedas y salieron dos latas de jugo.
Después de abrirlas, le paso una a Violeta.
Pero Violeta no la tomo, solo miro su teléfono y dijo: “Julian, tengo algo que hacer de repente, jentren tay
Nico!” “;Qué pasa? ;Necesitas que yo...” La frase de Julian se quedo en su garganta porque la figura de Violeta ya estaba lejos.