Capítulo 101
*¿Sabes quién es el asesino, verdad?” Agarré fuerte la mano de Kent, con la emoción escalando por mi voz. “Dquién es.”
Un atisbo de pánico cruzó los ojos de Kent, como si estuviera evitando algo, y se giró dándla espalda.
“No se…”
“¡Tú sabes quién es!” Yo también estaba perdiendo la paciencia, seguro que conocía la identidad del asesino, ¿por qué no puedes decirlo?
Kent comenzó a caminar delante de mi, esquivando la verdad.
Lo segui a Kent, insistiendo sin descanso.
Pero no importaba cuánto preguntara, se negaba a hablar.
Había pensado en llamar a la policia, incluso en contárselo a Lucas y Helda, pero ahora era Ainara… ya no era Nayra.
Nadie creeria lo que dijera.
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtAdemás, de mis encuentros con el asesino, estaba claro que había algún tipo de trato o conexión entre él y Ainara.
Si actuaba precipitadamente antes de entenderlo todo, no soloexpondria a mi misma al peligro…
Mientras masajeaba mis sienes, sentia crecer una frustración dentro de mi ser.
Las cosas se estaban complicando cada vez más.
Tan complicado que no podía tranquilizarme, ni empezar a desenredar el mistepoco a poco.
Si fuera una extraña sería más sencillo, pero “Ainara” estaba vinculada con el asesino. Si me involucraba demasiado pronto, seria imposible continuar con la investigación.
“Nayri… vamos a casa.” En mede mi confusión y nerviosismo, Kent se acercó, tomó mi mano y me propuso ir a casa.
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Instintivamente,solté. “El Nari que estás llamando es Nayra. ¿no es así? No estás diciendo mi nombre. soy Ainara.”
No podia admitir que era Nayra.
Tampoco podía creer que Kent estuviera tan loco como para pensar que una persona podia cambiar de alma.
“¡Tú eres Nayra! ¡Tú eres Nayra!” De repente se volvió loco yagarró por los hombros sin control.
El dolorhizo temer por un momento; parecia que… estaba intentando moldeaa su antojo para convertien Nayra. Más que reconocecomo Nayra, era como si en lo más profundo de su ser necesitara que Ainara fuera Nayra.
Al igual que Renán, para evadir la muerte de Nayra,vela como un titere que casualmente se parecia a ella.
Qué irónico, no es de extrañar que últimamente se comportara tan sumiso y relajado.
Para él, la Ainara de ahora no era una persona real, sino más bien una identidad que él había creado.
Un loco, definitivamente un loco.
¡Tienes que ser Nayra! Si no lo eres, te mataré… Continuaba desvariando.
“Está bien… calmate.” Mi hombrodolia terriblemente y, nerviosa, intenté calmarlo, cambiando de tema. “¿Cuándo conociste a Nayra?”
“Hace muchos años… Kent de repente soltó mis hombros y empezó a hablar melancólicamente.
“¿Dónde fue?” Pregunté de nuevo.
“En un orfanato.” Respondió a mi pregunta.
¿Un orfanato?
¿Qué quería decir con eso?
Ese orfanato, esas niñas con vestidos rojos que hablan sido adoptadas… los vestidos rojos…
Por qué desde el principioparecian tan familiares esos vestidos rojos.
Entonces lo recorde, cuando era niña, también tenia un vestido rojo idéntico.
Pero, ¿cuándo conoci a Kent? ¿Por qué no podia recordarlo en absoluto?
En años anteriores, mi papá apoyaba a muchos orfanatos, donando recursos y llevánda eventos de caridad.
¿Fue entonces cuando conoci a Kent?
¿Por qué no tengo ningún recuerdo de eso?
“Nayri… Kent parecia preocupado, tras su arrebato empezó a sentirse perdido y se agachó frente a mi con nerviosismo. “Vamos a casa.”
Asenti con la cabeza y extendi la mano para tocar su frente, ya no tenía fiebre.
“Cárgde regreso…” Susurré suavemente, esforzándpor no mostrar mi miedo.
Los ojos de Kent estaban brillantes, asintió,la espalda yindicó queacercara.
Dudé por un momento, pero finalmentelevanté yacosté sobre su espalda.
Él tenía una energia tremenda, y además era alto. En el momento en que se puso de pie, lo abracé fuerte. presa del miedo de sentisin protección.