La Caída y el Rescate del Amor Novela

Capítulo 1520

“Si hubieras aceptado divorciarte de mi antes, por supuesto que estaria feliz. Pero ahora, si yo acepto, ¿no

pareceria que siempre fui tu plan B?

¿Así que en cuanto alguien más te quiere, me abandonas? ¿Desde cuando tienes tanto valor, Perla?”

“¿No fuiste tú quien me pidió que me acercara a Jonathan?”

La voz calmada de Perla dejó la sonrisa de Elio congelada en su rostro.

Él la miraba con el rostro desencajado, la habitación estaba en silencio.

“Elio, desde el principio supe que no querías este matrimonio… tu renuencia inicial, mi invasión a tu vida, me hacia

sentir culpable. Pensé en compensarte, en tratar de ser buena contigo, en convertirme poco a poco en una buena

esposa, pero siempre te molestó la forma en que comenzó este matrimonio, realmente no puedo

cambiar eso.

Busqué tu ayuda, Elio… Realmente no tenía a dónde ir, nunca tuve otra idea más que pedirte ayuda. Pensé que

podrías ser un poco cruel, que podrías burlarte de mi, pero que me ayudarías a solucionar lo que debía

solucionarse.

Pero… nunca pensé, que me pedirias que sedujera a otro hombre…”

Perla se sentia terriblemente mal.

Nadie sabia, nadie entendia, nadie podía ponerse en su lugar.

Cuando escuchó la solución que Elio le había propuesto, se le rompió el corazón muchas veces.

La empresa era lo único que le habían dejado sus padres, pero ella sabía que ellos preferirían dejar la empresa en

manos de otros antes que verla destruirse a sí

misma.

No obstante, si no podía obtener el amor que esperaba, al menos debería poder mantener lo que tenía…

La voz de Perla era tranquila, pero cuanto más tranquila, más se podia percibir su tristeza.

Elio se sintió molesto.

No por Perla, sino por él mismo.

¿Por qué le pidió que se acercara a Jonathan?

¿Qué estaba pensando en ese momento?

Perla no mencionó nada después y él tampoco reflexionó mucho sobre el tema.

Solo sabia que las cosas estaban avanzando, así que Perla tuvo éxito.

Jonathan estaba interesado, Perla estaba dispuesta.

Y luego, estaba la situación actual entre Perla y él.

Imitado, realmente irritado.

La mezcla de emociones en su corazón, lo hacía sentir confundido.

“Si fuiste tan obediente en aquel entonces, también deberías serlo ahora. Sabiendo que este matrimonio fue tu

plan desde el principio, no tienes derecho a hablar de inte hasta que yo esté satisfecho.”

Las palabras de Elio eran tan crueles y sin piedad como siempre, hiriendo su corazón

Después hubo un sonido de la puerta abriéndose y cerrándose, solo quedó Perla en el baño, inmóvil durante mucho

tiempo.

Elio salió del apartamento, se metió en el coche y encendió un cigarrillo.

Fumaba furiosamente.

Cada palabra de Perla resonaba en sus oídos.

¿No fuiste tú quien me pidió que me acercara a Jonathan…?’

“Busqué tu ayuda, Elio…

En aquel momento, estaba tan enfadado con ella por manipularlo, que quiso hacerla sentir humillada.

¿Estaba Perla buscando su ayuda en aquel momento?

Recordó cómo se veía ella bajando del coche de Jonathan esa noche.

Incluso se había tomado pastillas para poder estar con Jonathan.

Estaba loca.

Fue tan dura consigo misma.

Fumaba con más intensidad, el humo llenaba el coche, haciendo que su rostro se viera borroso.

Busqué tu ayuda, Elio…Busqué tu ayuda..

Lo que Perla quería era su protección.

Si hubiera tenido a alguien en quien confiar en ese momento, no habría recurrido a él.

Era cierto.

Sus padres habían muerto, los familiares que quedaban querían apropiarse de todo lo que tenía y su novio no la

protegió cuando más lo necesitaba.

Ella sola, con un pequeño niño, necesitaba proteger la empresa de sus padres y enfrentar una y otra vez

dificultades y desafios.

Asl que manipuló a Ello, queriendo que él le proporcionara a ella y al niño un refugio seguro.

Elio se terminó el cigarrillo de una sola calada, soltando una risita fria.

Así que, ella quería depender de él.

Después del almuerzo, Selena se sentó en la sala viendo las noticias en la tele.

El Grupo Alonso había conseguido de pronto 30 mil millones y ahora estaban promocionándose a lo grande, como

si quisieran que todo el mundo supiera que no

era fácil derribarlos.

Selena suspiraba una y otra vez.

“¡Lo que estaba a punto de conseguir se me escapó de nuevo!”

“¿A quién se le cayó el cerebro por la rendija de la puerta?

“Joder, 30 mil millones… ¿Está loco o qué?”

“30 mil millones, 30 mil millones…”

“Si supiera quién es, le enviaria…”

David bajo de las escaleras después de cambiarse de ropa, escuchó a Selena suspirando mientras veía la tele en el

sofá.

Él levantó una ceja, se acercó y se sentó a su lado.

Ella levantó la mano, lo miró, se detuvo un momento, luego siguió suspirando.

“Ay… 30 mil millones…”

“Ya, deja de fingir.” David sonrió y vio a través de sus pensamientos.

Era solo una aparición repentina de 30 mil millones, si ella quisiera, podría hacer que El Grupo Alonso se arruinara

de nuevo.

No era un obstáculo insuperable.

Obviamente, solo estaba quejándose con él.

Porque David le había dicho que ella no tenía que hacer nada.

Selena mordió suavemente su labio y mirándolo con una expresión preocupada, susurró:

30 mil millones…”

Si se usaba correctamente, esos 30 mil millones podrían satisfacer completamente la ambición del Grupo Alonso.

David le lanzó una mirada de reojo y le pasó la carpeta que tenía al lado.

Los ojos de Selena se iluminaron con una sonrisa fugaz, extendió la mano y tomó la carpeta.

Cuando vio el documento de transferencia de acciones en la carpeta, una sonrisa se dibujó en su rostro.

Se giró y miró a David con sorpresa.

“¡Es el 30% de las acciones!”

David entrecerró los ojos y apretó a Selena en sus brazos, mirando su rostro lleno de alegría.

Selena le miró alegremente y preguntó: “¡Lo has hecho!”

“¿Has sospechado algo?”

Selena bajó la cabeza y volvió a meter el documento en la carpeta, “¿Sospechar algo? Ajá…” Levantó la cabeza y

miró a David, “¡Lo único que sospechaba es que nunca me decepcionarías!”

David estaba cada vez más seguro de que ella había descubierto algo.

¿No te interesa saber cómo conseguí estas acciones?”

Ella negó con la cabeza, “¡El proceso no importa, solo el resultado! Vamos, hagamos el traspaso.”

Solo después de hacer el traspaso, esas acciones realmente pertenecerían a ella y se convertirían en su propiedad.