Capitulo 1475
“iQué te pasa, tia Zafiga? ;Hay algo mal?” pregunté casualmente, sus dedos trazando patrones en la sabana.
Alli, el tono de la tia ZGfiiga no sonaba muy bien.
“EM. Garcia, tus padres adoptivos han llegado e insisten en quedarse aqui. Se niegan a irse. Les dije que te
habias ido al extranjero y dijeron que lo sabfan, pero también dijeron que no tenian otro lugar a donde ir ahora y
que necesitaban quedarse aqui temporalmente. No estaba seguro de si se habian comunicado contigo, asi que
pensé en llamarte y preguntarte”.
Al escuchar estas palabras, la expresién de Neera se congel6.
Sus cejas se fruncieron y su tez empeoro.
“iCémo llegaron hasta aqui? Nunca les he dicho dénde vivo”.
La tia ZGRiga también parecia desconcertada. “No estoy seguro de donde obtuvieron su informacion. Ordené y
trasladar las flores que dejaste afuera al balcén. Sin embargo, cuando llegué, los encontré a ambos esperando
en la puerta. En cuantovieronpidieron que los dejara entrar. Incluso trajeron sus maletas y ya estan en
la sala”.
Mientras hablaba, giré la cabeza para mirar hacia la sala de estar. De un vistazo, a Maggie hurgando en la
estanterfa, con los ojos brillando como si hubiera descubierto algo extraordinario.
tesoro.
Inmediatamente, no pudo evitar exclamar: “Por favor, no toque nada, sefiora. Webb! jEsos son los adornos
favoritos de la sefiora Garcfa!
Al escuchar esto, Maggie no quedé nada contenta. Ella gir6 la cabeza y le lanzé una mirada furiosa.
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“Solo los estoy tocando. No romperé ninguno, entonces, ;por qué te preocupas? Ademas, esta es la casa de mi
hija, y estas son las cosas de mi hija, asf que ;por qué yo, como su madre, no puedo tocarlas? La casa de mi hija
es mi casa, asf que aqui también soy un maestro. jEres sélo una ama de llaves! ;Quién eres ti para mandarme?
Sintiéndose mucho mejor después de decirle a la tia Zdfiga lo que pensaba, continud: “;Ya terminaste tu
llamada? Probablemente esté muy ocupada en este momento, asi que es mejor no molestarla. Todo lo que
tienes que hacer es hacerle saber que estamos aqui. ;O tengo que llamarla yo mismo?
A la tia Zuniga le palpitaba la frente, pero sélo pudo soportarlo e ignoré a Maggie. Luego volvié la cabeza y
continué su llamada telefénica con Neera.
“EM. Garcia, estas seguro de que quieres dejar que se muden? Yo... Si puedo excederme, creo que es mejor no
dejarlos entrar. Estoy preocupado...”
Neera comprendié que sdlo intentaba ayudar. También escuchd los comentarios bastante groseros de Maggie, lo
que hizo que su expresion pareciera ain mas sombria.
Inmediatamente traté de calmarla diciéndole: “Entiendo, tia Zdfiga. Lamento las molestias que te he causado”.
10:33 viernes, 8 de diciembre
La tia ZGRiga rapidamente sacudid la cabeza. “No estoy bien. Sélo pensé que esto nunca terminaria si segufan
molesténdote. Por eso no dejé que te llamaran directamente. Si no quieres que se muden, los despediré. Pero si
quieres que se queden temporalmente, no volveré.quedaré aqui para vigilar las cosas”.
Neera frunci6 los labios y se quedé en silenpor un momento antes de decir: “Que se vayan. Todavia hay
autobuses de vuelta al campo, asi que pueden llegar si salen ahora. Si se niegan, amenacelos con llamar a la
policia. No se atreverian a quedarse”.
La tia ZGRiga dejé escapar un suspiro de alivio. “De acuerdo entonces. Haré lo que dices”.
“Gracias.” Después de colgar el teléfono, Neera mantuvo el cefo fruncido.
Al escuchar esto, la expresion de Jean se oscureligeramente. “Tus padres adoptivos fueron a tu casa?”
Neera asintié levemente. “Yo tampoco sé por qué. Nodijeron nada y de repente aparecieron en mi casa.
£Quién sabe qué estan tramando? Creen que pueden tener lo que quieran sélo porque son mis padres adoptivos.
Yahe acostumbrado”.
Las cejas de Jean se fruncieron cuando escuché eso. “Te buscan a menudo asi? Sélo has estado aqui y ya ha
sucedido dos veces”.
Neera se mordi6 el laligeramente. “;Recuerdas que les habia dado algo de dinero antes? Bueno, se
acostumbraron demasiado y empezaron a pedimas. No queria deberles nada, asi que les envié dinero unas
cuantas veces mas hasta que senti que ya no les debia nada. No queria dejar querobaran mas, pero aun asf
seguian pidiéndmas dinero. Durante ese tiempo, dijeron todo tipo de cosas desagradables simplemente
porque no podian conseguir lo que querian. Al ver que no era facil de convencer, finalmente dejaron de
contactarme”.
+
Jean podria resolverlo por si mismo sin tener que preguntar mas. Su expresién inmediatamente se volvid
sombria al pensar en las duras palabras que habia dicho la pareja.
Mientras tanto, la tfa Zufiga les transmitié las intenciones de Neera y les pidié sin emociones que se fueran.
Por supuesto, Maggie y Nigel no aceptarian irse.
Inmediatamente pusieron caras severas y gritaron: “;Tratan de echarnos? ;Quién crees que eres? Como dije,
esta es la casa de mi hija, asf que lo que es de ella es nuestro. ;Como se atreve usted, un simple empleador, a
intentar expulsar a los propietarios? jSera mejor que tengas cuidado! jPodria despedirte sienfado!
La tia ZGniga se sintié disgustada por su desverglienza. Sus cejas se fruncieron con fuerza, pero en lugar de
discutir con ellos, respondi6 friamente: “Esta bien si quieres despedirme”.
friamente, “Esta bien si quieres despedirme, pero recuerda que fue la sefiora Garcia quiencontrat. Si
alguien va a despedirme, deberia ser ella. Nadie mas tiene esa autoridad. Si ustedes dos tienen alguna queja, no
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏmduden en informarme. Naturalmente,iré si la sefiora Garcia se enoja conmigo. En cuanto a pedirles a ambos
que se fueran, no era mi intencién hacerlo. Acabo de consultar con la Sra. Garcia y esta es su fidecision. Si
no esta satisfecho con su decision, puede contactarla directamente al respecto. Si ella acepta dejarte quedarte
aqui, ciertamente te cuidaré bien y garantizaré tu satisfaccion”.
Ella pronuncié estas palabras sin humildad ni arrogancia, pero estaban sutilmente llenas de matices despectivos.
Se estaba burlando de Maggie y Nigel, la pareja, por su implacable persistencia y desverglenza.
Naturalmente, Maggie y Nigel pudieron leer entre lineas y entendieron lo que ella estaba insinuando. Sus rostros
se tornaron instantdneamente en una mirfada de colores, ahora verde, ahora rojo, todo un espectéculo en
verdad.
Con una fuerte palmada en la mesa, Nigel reprendié enojado: “jTonterfas! ;Cémo es posible que Neera no esté
dispuesta a dejarnos quedarnos? jSomos sus padres adoptivos!
La tia Zufiga ni siquiera lo mird, con la mirada fija en el vacio. Ella no queria desperdiciar su energia con ellos,
respondiendo sélo con fria indiferencia: “Realmente no sé sobre eso. Como acabas de mencionar, soy
simplemente una ama de llaves. Nocorresponde a mi cuestionar las decisiones del hogar. Simplemente hago
lo queindica la sefiora Garcia. Ahora les pido amablemente a ambos que nopongan en una situacién
dificil. Por favor, vete lo antes posible. De lo contrario, si la sefiora Garciaculpa, es una responsabilidad que
no puedo soportar”.
Al escuchar estas palabras, Maggie se levanté abruptamente, con el rostro lleno de ira.
“jEstas lleno de tonterias! jDebes ser td quien no quiere servirnos y alejandonos deliberadamente! ;Cémo
podria una buena nifia como Neera simplemente abandonarnos? Incluso sugeriste que la confrontaramos por
teléfono. ;Estés tratando intencionalmente de arruinar nuestra relaciéon? ;Qué clase de ama de llaves eres? No
necesitamos sus servicios aqui. Soy la madre de Neera y tomaré decisiones por ella. Estas despedido!”
La tia Zufiga respiré hondo y enfatizé una vez mas: “Como dije, esta bien si quieres despedirme, pero deberia
ser la sefiora Garcia quiendé la palabra, no tu. Ella es quien paga mi salario, no tu. Incluso si usted es la
madre adoptiva de la Sra. Garcia, no tiene derecho a sobrepasarla y despedidirectamente”.
“iCémo te atreves a hablarle asi al duede casa? /Es esta tu ética de trabajo? Créeme, si no te vas ahora,
llamaré a la policia y te acusaré de invasion de propiedad privada.