Capitulo307 En ese momento, la policia también logré atrapar al vagabundo y lo llevaron ante ellos.
Al ver los cabellos manchados de sangre del indigente, Bella retrocedié un paso de forma instintiva.
Pedro apret6 su mano con firmeza yle informo con serenidad a los oficiales que su abogado llegaria de inmediato para representarlos en este asunto.
Bella relat6 brevemente a la policia lo sucedido. Poco después, Miguel se hizo presente acompariado de su letrado.
Tras un breve intercambio, dejaron que el abogado y Miguel se encargaran del resto,
Bella y Pedro se dirigieron hacia el automovil.
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtAl ver que ella caminaba con dificultad, Pedro la tomo en brazos para cargarla hasta el vehiculo.
Alin conmocionada por el incidente, Bella no tuvo dnimos para discutir y se dejo llevar por Pedro.
Ya en el auto, Pedro realiz6 una llamada al médico.
Debido a la desagradable escena del atardecer, ambos guardaron silencio durante el trayecto de regreso al hotel.
El doctor les esperaba.
Tras un examen, se determiné que Bella solo tenia el tobillo torcido, sin fracturas ni otros sintomas graves.
Una vez que el médico se retird, la habitacion quedo a solas con Bellay Pedro. = Recordando que esa misma tarde ella lo habia insultado y anunciado que serfan extranos, Bella se cuestionaba como ahora él la habia cargado hasta alli.
Ella habia planeado reservar una habitacion propia, pero dadas las circunstancias, eso ya no parecia apropiado.
—¢Aun te duele el pie? —pregunté finalmente Pedro.
—No, estaré bien. Bastaria con aplicar un poco de ungiiento antes de dormir.
—respondio Bella.
Al oir esto, Pedro tomo su pie con suavidad y comenzo a aplicar el medicamento, masajeandolo con
delicadeza.
Bella se sobresaltd y pregunt6 atenta: —¢Qué estas haciendo? Pedro fruncio los labios y colocé los pies sobre su regazo mientras desenroscaba el ungiiento medicinal.
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏmAl ver esto, Bella supo lo que Pedro iba a hacer, y retrajo el pie, —No te molestes, puedo hacerlo yo misma.
Pedro no habld, volvié a agarrarle el pie, le aplic6 lentamente el ungiiento y luego se lo froto.
El calido tacto de la mano de Pedro, contrastando con la frescura del ungiiento, hizo que Bella sintiera una sensacion extraria recorrer su tobillo.
—Cuando estuviste en peligro, por
qué no me llamaste? —inquiri6é Pedro en un tono indescifrable, Bella torcio los labios y dijo: —En aquella ocasion la situacion era de emergencia, ni siquiera tuve tiempo de llamar a la policia, mucho menos de llamarte a ti.
Al oir esto, las finas cejas de Pedro se fruncieron. —En el futuro, si te encuentras con vagabundos, no te alarmes ni huyas, s6lo dale un poco de dinero y se iran, la mayoria de ellos no volverdn a molestarte.
—Si te encuentras con alguien drogado y desorientado, corre hacia un lugar con mas gente o una tienda cerca, evita enfrentarte a ellos.
Bella ciertamente se sentia un poco arrepentida. Si se hubiera quedado en el centro comercial o hubiera dado la
alarma a tiempo, quizas no habrian pasado las cosas que sucedieron después.
Pedro le froté un poco mas el pie y finalmente no pudo contener su pregunta: —¢No hay nada mas que quieras decirme?— —¢Qué mas? Pedro pregunt6: —Como es que Carlos lleg6 de repente al pais de Marelia y casualmente se encontrd contigo siendo acosada por un vagabundo? Bella respondi6 con otra pregunta: — ¢No es esto una coincidencia? Pedro entrecerro los ojos, en cuya profundidad se vislumbraba un deje de isgusto. —/Eres muy cercanaz d t Jl nt rcanaa Carlos? Por qué hablaste por él antes?