Capitulo 167: Valentina, No Te Mueras
El cuerpo de Valentina chocd contra la barandilla, pero no logré estabilizarse.
En el momento en que volcé la barandilla, Valentina pensé que iba a morir.
Cayé al agua, creando una gran ola, el fmar la envolvia, y pasaron por su mente innumerables. rostros...
Mama... Tia Cira...
Todavia no habia descubierto la causa de la muerte de su madre, y hacia tanto tiempo que no
veia a tia Cira.
Y don Rall. Si ella muriera, don Raul ya no encontraria consuelo en su recuerdo para el amor hacia su hija?
Y también Alonso...
Finalmente, en su mente aparecié el rostro de un hombre hermosamente enojado. Todavia estaba en vigor su
acuerdo con su esposo, le debia mil millones de ddlares, jsi ella muriera, su esposo realmente perderia mucho!
De repente, queria saber qué estaria haciendo su esposo en ese momento.
Pero sentia que quizés ya no tendria la oportunidad de ver esa apuesta cara otra vez.
Una sensacién de debilidad la invadié, y Valentina lentamente cerr6 los ojos.
Mientras tanto, en el bar, Lucia finalmente «vio» la Ilamada de Alonso. Pretendiendo estar
ansiosa, devolla llamada.
-¢Hola, hermano? ;Qué pasa, tan urgente...?
En el otro extremo de la linea, Alonso fruncia el cefio, mirando un crucero frente a él, a punto de preguntarle por
Valentina. De repente, el conductor hablé.
-Sefor Alonso, parece que hay alguien en el agua.
Alonso dejo el teléfono, sali6 corriendo de la cabina, se quit la chaqueta y salté sin dudarlo.
-¢Hola? -Lucia llamé tentativamente varias veces.
(Valentina... habia caido al agua? Un destello fpasé por sus ojos. Lucia, como si hubiera
recobrado la sobriedad, dijo apresuradamente.
-Ha pasado algo, mi hermana...
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Lucia estaba tan alterada que no terminé la frase y ya habia salido corriendo del bar.
Muchos de los presentes estaban ebrios, incluida Carmen.
Pero incluso borracha, Carmen sabia que a estas alturas, Damian ya habria logrado su objetivo. Si no fuera por
querer despejar sus sospechas, habria elegido estar sobria para ver claramente el
trégico destino de Valentina.
Lucia llegé a la habitacién de Valentina en la parte superior, pero Damian ya no estaba. La habitacién de
Valentina estaba vacia, Lucia inmediatamente reuni6 a la tripulacién para buscar
a Valentina por todo el barco.
Lucia, de pie en la cubierta, a lo lejos en un pequecrucero, una figura apenas visible que empujaba a
alguien a bordo.
Valentina... Resulté que habia caido al agua y luego fue rescatada. Alonso llegé justo a tiempo. Pero incluso
sabiendo que Alonso habia salvado a Valentina, Lucia inmediatamente ordené a la tripulacién buscar en el agua.
Tenia que actuar lo suficiente para no levantar sospechas.
Valentina yacia inmovil sobre la cubierta, mientras Alonso la miraba con ojos llenos de panico.
-¢Valentina?
Alonso le unas palmaditas en la palida mejilla. Ella tenia los ojos cerrados, en un silencio
sepulcral. Tras varios intentos sin respuesta, el desconcierto de Alonso crecid.
-iValentina, nodejes!
Desesperadamente, comenzé a presionar su pecho, pero adn asi, Valentina no reaccionaba.
Valentina...
Alonso observa los labios de Valentina, vacilante por un momento, pero luego, como si tomara una decision, se
incliné para darle respiraciéon boca a boca. Repitié el procedimiento varias veces hasta que, de repente,
Valentina movié su mano.
-Tos, tos...
El sonido de su tos hizo que Alonso se detuviera en shock.
Valentina se sentfa extremadamente incdmoda, tosiendo sin parar y sintiendo un dolor sordo en
+15 BONOS
el pecho, pero ese dolor le daba la sensacion de haber renacido.
Habla sido salvada.
(Pero quién la habia salvado?
Con la vista borrosa y antes de poder distinguir quién era, Valentina fue recogida en un abrazo protector.
Alonso, incapaz de ocultar su emocién, deseaba fusionar a Valentina con su ser.
-Que alivio, Valen, has despertado, qué alivio, Valen... -murmuraba una y otra vez, sin darse cuenta de que habia
cambiado la forma de llamarla.
Valentina permaneci6 confundida por un momento. Pero reconocid la voz de Alonso.
-Alonso, fuiste td quiensalvé. Pensé que iba a morir. Valentina, aliviada tras el susto, forzé una sonrisa en su
palido rostro.
iQué bueno que no habia muerto! Pero estaba tan cansada.
Alonso, sintiendo la debilidad en el cuerpo de Valentina, los separd un poco para ver su rostro fatigado.
-Dueun poco, cuando despiertes, ya estaremos en casa -dijo Alonso con voz suave.
Una vez que Valentina cerrd los ojos, Alonso la llevé en brazos de vuelta a la cabina del barco.
Cuando el crucero llegé al puerto, Valentina atin no habia despertado.
Alonso la llevé en brazos mientras bajaban del barco, y una hora después, llegaron a la Villa Valenzuela.
Aun no amanecia cuando Federico, alertado por el ruido, sali6 apresuradamente al encuentro de Alonso, quien
llevaba a Valentina en brazos.
-iLa sefiorita Valen? ;Qué le pasé a la sefiorita Valen? -pregunté Federico con urgencia.
Alonso, sin detenerse, respondié:
-Que Paloma venga a cambiarle la ropa a la sefiorita Valen, y llamen a un médico...
-Enseguida voy asegurd Federico.
Paloma cambié la ropa de Valentina, quien segufa durmiendo. El médico llegé y examind a Valentina,
encontrando solo una marca en el cuello, sin otras lesiones.
Alonso sucnira aliviada para c. 2.——-t+
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ocurrido, pero debla averiguar quién la habia lastimado.
Después de mirar a Valentina un momento, salié de la habitacion y llamé a Santiago. El sonido del viento del
mar al otro lado del teléfono indicaba que Santiago estaba en el mar. Realmente le importaba Valentina.
Con una emocién indescriptible en su mirada, Alonso no esper6 a que Santiago preguntara y
comenzo a hablar:
-Encontré a Valen. Ya la traje a casa. Cay al agua y tiene una marca en el cuello. No te preocupes, Valen esta
durmiendo. Puedes hacer lo que tengas que hacer.
Tras decir esto, colgd. Lo que Santiago queria hacer, sin duda, era lo mismo que él: encontrar al
responsable de lastimar a Valentina y hacerle pagar.
El amanecer empezaba a romper. Lucia habfa buscado toda la noche sin encontrar a Valentina.
En el bar del crucero, muchos ya estaban despiertos.
-¢Cémo puede desaparecer alguien asi de grande? Lucia, ;no sera que tu hermana, molesta por lo de ayer con el
sefor Hamilton, se escondié a propdsito?
-Eso seria muy infantil. Fue solo una broma, ademas, ella incluso golped el pene del sefior
Hamilton. En todo caso, él deberia ser el perjudicado.
-Y donde esta el sefior Hamilton? ;Adénde fue?
De repente, alguien hizo la pregunta. Todos miraron alrededor y notaron que, aparte de Valentinal y el sefior
Hamilton, todos estaban presentes.
Una sonrisa fria cruzd los ojos de Carmen. No podia evitar pensar en la eficacia de la droga que Aitana habia
dado. ;Cémo es que el sefior Hamilton alin no habia terminado lo que estaba haciendo? Y Valentina, ;dénde la
habria escondido para su disfrute secreto?
En ese momento, Carmen deseaba fervientemente encontrar a Valentina, ansiaba ver hasta qué punto habia
sido torturada. Justo cuando pensaba esto, un ruido mecanico rompié el silencio
exterior.
Lucia fruncié el cey fue la primera en salir del bar, seguida por los demas. En la cubierta, todos miraron hacia
arriba y vieron un helicéptero rondando. Mientras se sorprendian, una escalera se desplegd y un grupo de
hombres en trajes negros descendié.
-¢Qué esta pasando aqui? ;Quiénes son ellos?
Todos se dieron cuenta de que algo inusual estaba sucediendo y, al mismo tiempo, dirigieron sus miradas hacia
la persona mas distinguida alli, Lucia. Ella reconocié inmediatamente a esos hombres de negro.