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Dulce Disparo al Jefe Cachorro Enamorado

Capitulo 490
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Capítulo 490

De pronto, al escuchar ese llamado, Violeta sintió un escalofrio por dentro.

Por un instante penso que era Estela quien la llamaba, pero rápidamente recordó que ella estaba encarcelada y no

podria estar alli.

Al voltear, Violeta vio a una chica con un minivestido strapless, destacando entre los vestidos largos de gala de las

demás invitadas. Su falda pomposa era corta y además, llevaba un maquillaje estilo punk, con su cabello recogido

en una alta cola de caballo, emitiendo un frio y bello resplandor

En un evento lleno de damas de alta sociedad, resaltaba de manera única.

Aunque a Violeta no le agradaba el tono intimo con el que mencionaban a “Rafael”, no pudo evitar impresionarse

con

ella.

Al ver a Rafael fruncir el ceño, Silvia se mostro visiblemente molesta y golpeó con su copa de vino tinto el vaso de

agua que él agarraba, “Rafael, no me dirás que no me reconoces, soy Silvial”

Parece que solo después de la insistencia de ella, Rafael la recordo y le preguntó con voz apática, ¿Ya regresaste al

pais?”

“¡Claro!” Silvia sonrio, mostrando una perfecta hilera de dientes, “Ya consequi mi máster en Administración de

Empresas de Oxford. Mi familia queria que siguiera estudiando, pero yo no tenía ganas de eso, jsi no, terminaria

convirtiéndome en una ratona de biblioteca! Asi que tan pronto como obtuve mi diploma, corri a casa, y justo a

tiempo para la fiesta, jaqui estoy!”

“Felicidades, le dijo Rafael esbozando una sonrisa

“¡Gracias! Tu felicitación me hace más feliz que la de cualquiera, le comentó Silvia arreglándose su vestido con un

toque de timidez y expectativa, Rafael, hace siete años que no nos vemos. Las mujeres cambiamos mucho, ¿te

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diste cuenta de algo diferente en mi? ¿No crees que he crecido mucho?”

La mirada de Rafael era impasible, y le respondió con desgano, “Supongo.”

La indiferencia era demasiado evidente como para que Silvia no la notara. Frunció el ceño levemente, “Uf, qué

desilusión. Voy a saludar a algunos parientes. Después busco un momento para charlar contigo!”

Dicho esto, se alejó con su copa de champaña en mano.

Finalmente, Violeta tuvo la oportunidad de hablar, preguntándole con el ceño fruncido, “Rafael, ¿quién es ella?”

“La prima de Sunny,” le respondió Rafael con tono grave.

“Ah, Violeta asintió con la cabeza.

¿La prima de Bianca?

No se parecían mucho y, además, tenian personalidades distintas. Violeta no pudo evitar mirar hacia ella mientras

se alejaba, su intuición femenina le decía que el interés de Silvia en Rafael era algo más que un simple llamado de

atención.

Los asistentes a la fiesta pertenecian a familias distinguidas y había muchas colaboraciones comerciales, por lo que

era inevitable que Rafael tuviera que socializar con algunos invitados.

Violeta no queria retrasarlo y le sugirió que se adelantara a saludar a los conocidos, mientras ella se dingia a la

mesa larga para disfrutar de algo de comer.

El mantel armariiio claro estaba cubierto de una variedad impresionante de delicias dulces y saladas, tanto locales

como internacionales Al agarrar un plato de porcelana blanca brillante, Violeta recogió un surtido modesto y se

llevó un jugo a un sofá cercano para degustarlo

Justo cuando estaba a punto de comer, una sombra cubrió su cabeza.

A levantar la vista, vio nuevamente a la prima de Bianca, ahora con una copa de champaña en la mano, mirándola

con are de superioridad, como a intentara descifrar algún secreto en su mostro.

Sa realmente quería encontrar algo especial en ella, algo que pudiera haber cautivado a Rafael, pero no vio nada

extraordinario…

Violata permitió ser observada sin protestar.

Cuando Silvia habló con Rafael, había ignorado completamente a Violeta, como si ella no existiera. Ahora, sin

embargo, se había acercado de nuevo, lo que resultaba irónico.

Silvia toco el vaso de jugo sobre la mesa, “Vamos a conocemos, ¡me llamo Silvial”

“Mmm, contestó Violeta con un asentimiento.

Silvia frunció el labio, “¿Mmm qué? ¿Cómo te llamas?”

“Violeta, ella le respondió.

Silvia se dejo caer en el sofá junto a ella, puso su copa de champaña en la mesa con un gesto descuidado y,

cruzando las piernas, se enderezo con decisión Mira. Violeta, vamos a hablar claro, me gusta Rafael.”

“Me ha gustado Rafael desde hace mucho tiempo, pero él estaba comprometido con mi prima, con quien

prácticamente creci, asi que no me quedó otra que dejar de desearlo. Pero ahora que escuché que le ganaste a mi

prima, no puedo quedarme de brazos cruzados. Voy a luchar por la felicidad que una vez dejé pasar!”

Silvia tenia los ojos inquietos mientras hablaba. Aquella fiesta de años atrás no solo habia capturado el corazón de

Bianca, sino que ella también se habia sentido hechizada. Solo que era demasiado joven en ese entonces, todavia

estaba en la preparatoria.

Violeta casi deja caer su tenedor al escucharla.

Aunque ya tenia sus sospechas, no esperaba que Silvia fuera tan directa, sin intentar disimular nada.

“Oh, ya veo… apretó el tenedor en su mano y asintió, llevándose a la boca un pedazo de pastelito de almendra,

que se deshacía deliciosamente en su paladar.

“¡Oye!” Silvia abrió los ojos como platos, su rostro se ensombrecio. ¿Como puedes seguir comiendo? ¿Acaso no

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escuchaste lo que te acabo de decir? ¡Te dije que me gusta Rafael!”

“Si, ¿y qué?” Violeta tragó lo que tenía en la boca.

La paciencia de Silvia se estaba perdiendo ante la calma de Violeta, ¿Acaso no represento ninguna amenaza para

ti?

“El que te guste es asunto tuyo, no tiene nada que ver con nosotros.” Violeta tomo un sorbo de jugo de fruta.

De hecho, hasta el momento, no tenía una mala impresion de Silvia, quizás porque prefirió ser franca con sus

intenciones en lugar de actuar con la sutileza venenosa de su prima Bianca.

“¿Nosotros? ¿Qué derecho tienes de hablar por Rafael? Silvia estaba atenta y se burlo con un par de nisitas

despectivas.

“Señorita Silvia Violeta sonrió de medio lado y alzando el mentón, hizo un gesto con la cabeza hacia un lugar en

particular. “Alli está tu prima Bianca, quiero decir. Tanto en carisma como en elocuencia, ella destaca en todo

Además, es alta y hermosa, mucho más que tú, ¿no es cierto?”

“¡Eso lo admito!” Silvia le respondió con un tono de voz agrio.

Aunque detestaba las comparaciones constantes que hacian entre ella y Bianca, tanto de familiares como de

extraños, no podía negar que su prima era mucho más hermosa. Aunque ella también era considerada quapa,

siempre quedaba opacada al lado de Bianca.

Violeta parpadeo y abrió las manos en un gesto de resignación. “Si Rafael ni siquiera se fijó en ella, que te hace

pensar que se fijaria en ti!”

Silvia se levanto de un salto del sofá.

Apontó a Violeta con el dedo sin poder encontrar palabras para replicarle, y se quedo alternando entre la furia y la

verglienza hasta que, finalmente, agarró su copa de champaña y se marchó con el rostro henchido de furia

Violeta se inclinó sobre su plato, continuando con su merenda.

Rafale acercó y se sentó a su lado después de atender a otros Invitados, notando la figura que se alejaba.

¿Qué le pasó a ella?”

Violeta mordió con fuerza una galleta de chocolate, Vino a buscarme problemas y terminó yéndose enfadada otra