Capitulo 223: Queria Entrar, pero... Tenia Miedo
Valentina se quedé petrificada, y acto seguido, su rostro se tifid de un rojo intenso. La hermosa
cara de su esposo estaba tan cerca que la accién de cubrirse la boca parecia ahora
tremendamente sospechosa.
Con una ligera tos, Valentina retiré su mano y, recuperando la compostura, pregunté:
-¢Por qué te acercaste de repente asi?
La mirada intensa de Santiago se fijé en sus labios sonrosados, y, sin poder contenerse, la besé impulsivamente.
-iMm...!
Valentina abrié los ojos como platos, sorprendida.
Después de un breve momento de desconcierto, se cuenta de que él la estaba besando. A
pesar de que él habia dicho que no tenia intencién de besarla, en este momento...
Con los ojos todavia abiertos, observé su rostro concentrado... Ese rostro era una verdadera
perdicién.
Justo cuando pensaba eso, una mano grande le cubrid los ojos. Valentina se quedé aténita por
un instante, y luego, el hombre finalmente la solt6, apoyando su cabeza en su hombro.
En mede una atmdsfera extrafia, ambos intentaron hablar al mismo tiempo. Santiago solté
una risa.
Ta habla primero.
-Claramente dijiste que no besarfas....
Valentina estaba a punto de continuar, pero se cuenta de que seguir ese tema solo haria las
cosas mas incomodas. Rapidamente cambié de tema:
-¢Por qué no llegaste?
Santiago sabia que ella se referia a la fiesta de bienvenida. Por qué no habfa entrado a la fiesta de bienvenida?
Con una mirada sombria, Santiago respondid:
-Queria entrar, pero... tenia miedo.
-¢Miedo?
+15 BONOS
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇt
Valentina naturalmente asumié que temia ese tipo de eventos, dado que la familia Valenzuela, quienes lo hablan
invitado, eran figuras prominentes en la industria.
Aunque su esposo era pariente de la familia Mendoza, un parlente de los Mendoza que habia terminado
trabajando en un bar seguramente habla enfrentado su cuota de desdén en la alta sociedad.
Un sentimiento de compasidn surgi6 en Valentina.
Levanté la mano y le unas palmaditas en la espalda. Aunque no dijo nada, ese gesto de consuelo y
compasion dejé a Santiago momentaneamente conmovido.
Temia ser reconocido y que su verdadera Identidad fuera expuesta, que Valentina lo odiara por ser Don
Mendoza.
Pero claramente, ella habla malinterpretado algo.
De repente, Santiago encontré a la mujer en sus brazos extremadamente encantadora. Casi sin
pensarlo, la abrazo mas fuerte.
Don Raul habia pasado la noche en una villa durante la fiesta, y no regresé a la Villa Valenzuela hasta la mafiana
siguiente, trayendo consigo a Aitana.
-¢Mi hermana se molestara al verme?
Aitana estaba claramente preocupada, aunque ya habian llegado a la Villa Valenzuela, le dijo a
Don Rall,
-Don, deberia regresar a casa.
La noche anterior, un médico habia examinado a Aitana después de que se desmayarg por
hipoglucemia.
Pero Don Rall pensando en el tatuaje en su espalda y sin tener todos los detalles, no podia
dejarla ir.
-Quédate tranquila aqui; ti y Valen son hermanas, ella no se molestara -dijo Don Rall.
Pero Aitana seguia mostrandose incémoda.
EESHCIEN,
Bajo la cabeza, titubeando, con una mezcla de tristeza y desolacién en su expresién. Don Raul
observaba.
-¢Es que qué?
Con timidez, Altana miré a Don Rall,
-Es que mi hermana noquiere, hay un malentendido entre nosotras, pero yo siempre la he querido mucho...
Don Raul amaba a Valentina, y Aitana era muy consciente de ello, Pero estaba dispuesta a apostar. Era una
apuesta y también una prueba.
Apostar a que, en el fondo, Don Raul siempre pondria a su nieta de sangre por encima de una nieta adoptiva.
Y también era una prueba, para ver cuanto le importaba realmente Valentina a Don Rall
Ademas, queria preparar a Don Rall para cualquier eventualidad, asegurandose de que, incluso si Valentina la
rechazaba o hablaba mal de ella, tendria cémo manejar la situacién.
Antes de que Don Rall pudiera pronunciar palabra alguna, una voz repentina irrumpié en la conversacion:
-Abuelo... jesto es...?
La hablante era Lucia. A diferencia de la noche anterior, no se habia quedado en la villa después del evento, sino
que, tras ver a Diego marcharse, decidié hacer lo mismo. Se hospedd en un hotel cercano y, a la manana
siguiente, se encontré con Diego por acuerdo mutuo. Diego le prometié que, en un plazo de tres dias, le enviaria
aquel diamante rojo via aérea para concretar su trato.
Lucia estaba mas que satisfecha. Planeaba utilizar ese diamante para replicar personalmente el anillo,
basandose en los disefos de Valentina. Estaba segura de que, con su habilidad y los bocetos de Valentina,
podria crear una réplica exacta.
Sin embargo, lo que no esperaba era encontrarse con Aitana al regresar a la Villa Valenzuela. Aunque conocia a
Aitana, fingié no reconocerla, mirandola con una expresién de confusion en el
rostro.
-Esta es Aitana, la hermana menor de Valen. Va a quedarse con nosotros en la Villa Valenzuela por un tiempo.
Como ambas son chicas, espero que puedas ayudaa cuidarla -instruyé Don Ral.
La solicitud sorprendié a Lucia, pero encontrd la situacién interesante.
-Por supuesto, abuelo -respondid Lucia con una sonrisa acogedora, acercandose a Aitana y
extendiéndole la mano. ;Asi que tu eres Altanss
-Si, Lucia... hermana -dijo Aitana con afecto, sin notar el destello de desdén en los ojos de
Lucia.
Tras estrechar las manos, Lucia expres su preocupacion.
-Aitana, supongo que aun no has elegido una habitacién. Abuelo, permitmostrarle las habitaciones
disponibles. Nuestra casa se vuelve mas acogedora dia con dia. Recuerdo que
incluso ayude a Valen a elegir la suya.
Lucia ga Aitana escaleras arriba. La Villa Valenzuela contaba con numerosas habitaciones en
su edifiprincipal
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏm
Aitana, deseando ganarse el favor de Lucia, la seguia de cerca.
-Lucia... hermana -la llamé Aitana carifiosamente, viendo en ella una aliada potencial. Sin
embargo, una vez cerrada la puerta, la falsa cordialidad de Lucia desaparecio.
Con una mirada indiferente, Lucia dijo:
-¢Quién es tu hermana, sefiorita Lancaster? Mejor llamseforita Lucia.
Aitana se quedo aténita ante el camde actitud y el desden visible en la mirada de Lucia, pero
réapidamente ajusté su respuesta:
-Senorita Lucia...
Aunque Aitana la llamé seforita Lucia, Lucia atin no parecia satisfecha, viéndola como poco
mas que un estorbo. Pero, a sus ojos, Aitana, quien claramente despreciaba a Valentina, podria
ser de utilidad.
Con un tono inquisitivo, Lucia continud:
-No sé qué hiciste para que el abuelo te dejara quedarte aqui, pero entiendo que es a Valentina a
quien buscas, cierto?
Aitana no oculté sus intenciones:
<5,
El interés de Lucia creci6 al percibir la determinacién de Aitana.
-Pareces bastante empefada en ella.
Comento con un tono que Aitana encontré humillante, aunque opté por no confrontarla,
respondiendo con una sonrisa.
-Lo que p
puedo hacer es apenas causarle pequefas molestias a Valentina. Sefiorita Lucia, si no le incomoda, estoy a su
disposicion para lo que necesite, como aquella vez...
Aitana decidi6 mantener su «identidad en secreto por el momento, esperando que su situacién se revelara de
manera mas creible solo si Don Rall la descubrfa por si mismo. Ya habia lanzado el anzuelo; ahora solo quedaba
esperar a que Don Raul Investigara.
Cuando llegara el momento, su verdadera identidad seria revelada por Don Rall a todos los
presentes.