Capítulo 67
En la consulta de Farel Haro. Evrie estaba sentada en una silla, frente a ella habia una mesa llena de botellas de alcohol, yodo, hisopos, pinzas y gasas.
Las manos largas y nudosas de Farel destaparon la botella y, con destreza, empaparon un hisopo para aplicarlo en la herida de su frente.
El ardor del alcohol deberia doler, pero ella no sentia nada.
Quizas ya se habia acostumbrado.
Cuando Marcela la golpeaba hasta hacerla sangrar, nadie excepto su padre la ayudaba con sus heridas.
Evrie aspiré por la nariz, sintiendo un sabor amargo en la garganta.
Si su padre supiera que ella se habia vendido, gcuanta decepcidn sentiria? ~Se enfadaria mas que Marcela?
—Ya esta.—
Farel fue rapido, en un instante termindo de atender todas sus heridas y cubrié la mas grande en la frente con una gasa.
Bajo la mirada, sus ojos se posaron en el cuello de Evrie, observando los moretones rojizos y morados, y de repente solt6 una risa.
—Evrie, has cambiado, ahora usas trucos.— Evrie se qued6 perpleja un momento sin entender el significado de sus palabras.
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇt—Anoche te esforzaste tanto en complacerme, en seducirme, gfue para que yo te mordiera a proposito y dejara estas marcas?
Las manos definidas del hombre se deslizaron por su rostro hacia abajo, tocando su cuello y clavicula, acariciando los moratones.
Al siguiente segundo, agarré su delicado cuello con los dedos y, sin esfuerzo, controlé su vida en su mano.
Evrie morsu lay apartd la cabeza sin hablar.
El silenera una admision.
—Pensé que eras una conejita débil, pero ahora veo que quizas seas una gatita inocente por fuera, pero astuta por dentro.— Podia ser tierna, podia ser adorable, pero la terquedad en su esencia nunca habia desaparecido.
Hacerla someterse era mas dificil que matarla.
Pero cuanto mas resistia, mas despertaba el deseo de conquista en el hombre.
Evrie fue obligada a mirarlo, con los ojos rojos y el cabello desordenado, una gasa torcida en la frente, los labios rojos mordidos entre sus dientes, palideciendo ligeramente.
Se veia tan desamparada. Un pequeconejito tan blando, gcémo podia ser tan terco?
Farel la observo fijamente durante un largo rato antes de soltarla lentamente, alisando su escote y abotonando su ropa para cubrir bien las marcas.
—Vuelve a casa.—dij
Tenia una cirugia esa tarde y no podia perder mas tiempo.copy right hot pub
En realidad, no necesitaba atender personalmente una herida tan leve; con enviarla a consulta general para que la vendaran habria sido suficiente.
Pero quien sabe en qué estaba pensando en ese momento; la llevé a su oficina por alguna razon y la atenpersonalmente. Evrie, sintiéndose liberada, se levanto rapidamente de la silla, le agradecié y salié corriendo de la oficina.
Habia demasiados conocidos alli y no queria quedarse mas tiempo.
Al salir del hospital, Evrie pidid permiso en la empresa y tom6 el metro a casa.
Necesitaba ajustar su estado de animo para seguir trabajando duro al dia siguiente.
En el camino, Evrie recibié una llamada de su padre, Pablo, quien habia estado en el hospital y solo esa mafiana se enteré de lo que habia pasado en casa. Su tono era de gran remordimiento.
—Evi, ya estoy casi recuperado, en realidad podria dejar el tratamiento y caminar con una cojera, no es la gran cosa. No voy a seguir con el tratamiento y te transferiré el dinero. Usalo bien y no le envies mas dinero a tu madre.—
—No, tu pierna tiene que sanar bien.—Evrie fue fiy decisiva. —Pero tt... —
—Papa, no te preocupes por mi, de verdad estoy bien. Esperé mas de una década para verte caminar como cualquier otra persona, no te rindas.—
Evrie sentia la nariz picar y su voz se quebro. Pablo suspird y le pregunté: —z Todavia te sientes culpable, crees que el accidente fue tu culpa?— Evrie apretd los labios y no dijo nada.
Todos decian que traia mala suerte, que era una estrella de desgracia, porque por ella la columna de la familia se habia derrumbado y la familia se desmoron6. Fue un golpe devastador en esos tiempos.
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏmCon el tiempo, incluso ella misma comenzo a creerlo.
—Evi, ya te lo he dicho muchas veces, no puedes culparte por el accidente de carro. Siempre he tenido la sensacién aquel dia que ese carro nos embistid a propdsito. Quizas alguientenia en la mira —explicaba Pablo con resignaci6n.
—Papa, ya no hables de eso. He investigado todo en la comisaria, fue simplemente un accidente de trafico con un conductor que se a la fuga, nada mas. Tu tranquilo, sigue con tu rehabilitacisn—.
Evrie se son6 la nariz, intentando parecer despreocupada —No te preocupes, sabré cuidasola—.
Pablo conocia su terquedad, y también su orgullo, y con un suspiro de culpabilidad se disculpo.
—Evi, papa esta arrepentido—.
Evrie se qued6 paralizada un momento, como si intuyera que él! ocultaba algo.
—Papa, shay algo que nohas contado?—.
—No, es solo que la vida no te ha sido facil. Tienes que cuidarte mucho alla afuera, gentiendes?—.
Evrie no quiso pensar demasiado en ello y asincon la cabeza.
—Lo tengo claro—.
Pablo parecia querer decir algo mas, pero finalmente se detuvo y colgo el teléfono.
Miré los mensajes en la pantalla de su celular, todos enviados por Marcela en un estado de furia, llenos de insultos como ‘desgraciada’, ‘sinvergiienza’, ‘perra’.
Cerré los ojos con dolor, su rostro envejecido estaba cubierto de remordimientos. Evi, perdéname.
La verdad de aquellos afios... no podia revelarla...