Capítulo 187
Leandro Reyes se agacho y le hablo.
Através de la reja, su voz seguia siendo suave y tranquila, como si nada hubiera cambiado desde los dias en que la cuidaba. Evrie lo miré fijamente por mucho tiempo, sin decirle ni una palabra.
Habia adormecimiento en sus ojos, desesperacién y una desolacién que sigue al shock.
En ese momento supo que habia cajdo en la trampa de Leandro, habia confiado en la persona que menos debia confiar. Sabiéndose culpable, Leandro tom6 la iniciativa de hablarle.
—Lo siento mucho, habia demasiadas cosas en casa y tuve que dejarte venir sola, haciendo que te enfrentaras a muchas situaciones desagradables. Pero no te preocupes, ahora que estoy aqui, todos los acuerdos que firmamos cuentan. Te llevaré personalmente, solo quédate a mi lado, ,esta bien? —
Evrie lo miré a través de los barrotes.
El estaba meagachado, mirandola a través de la reja, sus ojos todavia estaban llenos de sinceridad, como cuando en casa hablaba de arquitectura y analisis del terreno, como si fuera algo totalmente normal.
Con la voz ronca, Evrie solo logré preguntarle.
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇt—éPor qué? —
Leandro guard6 silenpor un momento, luego torcid los labios y le pregunté: —Evi, gsabes donde estamos? ¢Sabes lo que pasa aqui todos los dias? — Evrie no entendia a qué se referia, solo lo escuché seguir hablando.
—Estamos en el Triangulo Norte, donde todos los dias entran incontables hombres y mujeres. Fraudes, trafico de érganos, prostitucion, apuestas... esas son las principales actividades aqui. Pero lo que tu haras es mucho mas digno que ellos. Siguiénda mi, serds una persona importante aqui, podras hacer lo que quieras. gNo es eso bueno para ti? —
Evrie lo miré friamente, con una sonrisa sarcastica.
—Asi que desde el principio, cuando querias tomacomo tu aprendiz, gera para esto?llevaste a Brasil,hiciste acompaniar a los clientes, beber con ellos, para acostumbraa la cultura de las bebidas, todo para domesticapoco a poco.copy right hot pub
Leandro bajo la mirada, no pudo negarlo.
—Sé que al princino lo aceptarias, pero... el mundo es asi de desigual. Una vez que te acostumbres a la vida aqui, veras qué es la realidad y donde esta el paraiso. Mira a tu predecesora, Natalia, ella también se adapto, gno es asi? —
Evrie retrocedié hacia el fondo de la jaula, sus palmas estaban sudorosas y frias.
—No quiero, no quiero acostumbrarme. Solo quiero volver a casa,dejas ir, por favor? Te lo suplico, director...— Se le escap6 llamarlo director.
Si, quién iba a recordar que Leandro Reyes era el director de su universidad.
Era un gran maestro, que apoyaba a estudiantes desfavorecidos cada afio, otorgandoles becas, pero al mismo tiempo, era el lider de ese terrorifico infierno.
Evrie se cuenta demasiado tarde.
Luego, encontrar la manera de enviarlos al extranjero, hacia abismos profundos.
La predecesora, una estudiante sobresaliente de una familia necesitada, ya estaba bajo el control de Leandro. Todo lo del desarrollo en el extranjero, los proyectos secretos, no era mas que un engafio.
Leandro sonrié levemente, su tono de voz era ligero.
—Evi, no te resistas. Sabes que no voy a dejarte ir, gverdad? —
Los labios de Evrie se volvieron blancos, y ella nego con la cabeza incansablemente.
—No quiero...—
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏmNo queria construir ese tipo de edificios, mucho menos una prisidn manchada de sangre y pecado.
El dinero que queria ganar debia ser limy puro, no... no queria ser parte de su entramado criminal.
Leandro pareci6 ver a través de sus pensamientos, sus labios se curvaron en una burla.
—Deja de ser ingenua, este mundo no tiene justicia ni equidad, esta lleno de poderosos que devoran a otros. —
—Evrie, te di esta oportunidad para que te levantaras, para que salieras del fango y de la pobreza de las clases bajas, ~entiendes? —
Evrie se mordia el labio, estaba reacia a escuchar esas palabras tan negativas.
Sabia que no podia escapar, que tampoco podia conmover el corazon de Leandro, sino que seria victima de su intento de convencerla.
Entonces, se encogid dentro de la jaula, cerré los ojos y dejé de mirarlo.
Leandro solté un suspiro, le unas palmadas al oxidado hierro de la jaula, con una paciencia que parecia reservada para una mascota desobediente.
—Evi, todavia hay mucho tiempo por delante, algun dia entenderas lo que siento por ti. —