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El enigmatico regreso

Chapter 1446
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Capitulo 1446

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La noticia fue tan aterradora que llen6 de desesperacion a Adriana. No se atrevié a dar un paso mas. Su Unica

esperanza recaia en Jean. Esperaba escuchar palabras de esperanza de él.

La nuez de Jean se balanceaba levemente y su voz era ronca hasta el punto de ser irreconocible, como si

estuviera hablando con la boca llena de arena. “Sigue viva. ;Ya llegé el médico?

Al escuchar esas palabras, Adriana de repente rompi6 a llorar, incapaz de pronunciar una sola palabra.

Chad también estaba aterrorizado, con los ojos llenos de dolor. El rapidamente asintié con la cabeza. “Estan

aqui, esperando

adentro.”

Jean asintié sutilmente, sostuvo a Neera en sus brazos y entrd.

Cuando el médico el terrible estado de Neera, quedé realmente desconcertado. “EM. Garcia, ella es...”

Jean habl6 con voz fria. “Se ha desmayado, su cuerpo tiembla y su temperatura corporal es muy baja”.

Mientras hablaba, colocé suavemente a Neera en la cama.

El dormitopermanecié exactamente como estaba cuando Neera se fue. Sin embargo, la persona en el

dormitoya no era la misma que antes de irse.

El médico no se atrevié a aflojar y rapidamente realizé un examen preliminar.

Cuando le tomaron la temperatura, el médico frunci6 el cefio. Su expresién era muy seria. “EM. La temperatura

corporal de Garcia esta significativamente por debajo de lo normal. Debemos calentarla lo més rapido posible,

de lo contrala situacién podria ser terrible”.

Al escuchar eso, Lan inmediatamente encendid el aire acondicionado de la habitacién y aumento la temperatura.

Al mismo tiempo, dijo: “Iré a buscar algunas bolsas de agua caliente”.

Después de hablar, salié répidamente de la habitacion y bajo las escaleras.

El médico miré su ropa empapada y dijo: “Hacer esto no sera suficiente. Primero tenemos que cambiarle la ropa

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a la Sra. Garcia y secarla. De lo contrario, sélo se enfriard mas”.

En ese momento, Adriana también entré. Al escuchar eso, inmediatamente se ofrecié: “Lo haré”.

Sin embargo, Jean dijo: “Déjhacerlo”.

Sin demora, levanté a Neera y la llevé al bafio.

Mientras llenaba la bafiera con agua caliente, no pudo evitar recordar el momento en que abrié de una patada la

puerta del almacén y lo que dentro.

En el primer piso habia una bafiera. En su interior habia cubitos de hielo flotando, que alin no se habfan

derretido por completo. Uno de los zapatos de Neera todavia estaba sumergido en el fondo de la bafiera.

En la barandilla del segundo piso, una figura esbelta se inclinaba, con mas de la mitad de su cuerpo expuesto,

tambaleandose al borde del peligro.

Era como si una suave brisa pudiera hacerla caer en cualquier momento.

En ese momento, sintié como si su respiracion estuviera a punto de detenerse. Su corazén parecia estar

fuertemente agarrado por una mano invisible, casi aplastado. El dolor era tan intenso que no pudo evitar

estremecerse levemente.

11:49 lunes, 4 de diciembre

En el momento en que apretd el gatillo, sus ojos se llenaron de malevolencia, irradiando un brillo sediento de

sangre.

Sin embargo, mirando hacia atras, sintié que al hacerlo realmente habia dejado que ese hombre con el corte al

rape se fuera con demasiada facilidad.

En aquel entonces, no deberia haber actuado impulsivamente. En cambio, deberia haberle perdonado la vida

inltil a ese hombre.

Deberia atormentar a fondo al hombre con el pelo rapado, dejar que este pruebe lo que era sentir un dolor

extremo.

Perdido en sus pensamientos, sus ojos se llenaron una vez mas de un profundo color carmesi. Las esquinas

inyectadas en sangre de sus ojos parecian algo aterradoras, un indide malevolencia danzaba sutilmente en

su frente.

Fue el suave gemido de Neera lo que sacé sus pensamientos del borde de la furia.

“iNeera? ;Estéds despierto?” Rapidamente se la vuelta y levanté a Neera del divan.

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Sin embargo, Neera tenia los ojos bien cerrados. Sus cejas se fruncieron profundamente como si sufriera un gran

dolor pero fuera incapaz de despertar.

La baiiera se llené gradualmente de agua caliente y el calor humeante invadié todo el bafio.

Jean estaba empapado en una fina capa de sudor debido al intenso calor.

Sin embargo, no podia importarle nada més. Levantd a Neera de lado y la colocé suavemente en la bafiera.

Mientras el agua caliente llenaba el cuerpo de Neera, ella parecid sentir algo. En su estado inconsciente, se

movia inquietamente, aparentemente resistiéndose.

El corazdn de Jean dolia terriblemente. Con voz ronca, le acaricié suavemente la cara, consolandola. “No tengas

miedo, Neera. Es sélo agua caliente. No temas. Estoy a tu lado. Ya nadie puede hacerte dafio”.

En su estado inconsciente, Neera parecié escuchar su suave voz. Poco a poco, sus cejas se abrieron y su cuerpo

comenzo a relajarse.

A continuacién, Jean la desnudé con cuidado.

Las marcas de las palizas que habia recibido aparecieron gradualmente ante sus ojos, grotescamente vividas.

Cuando Jean las marcas de arafiazos entrecruzadas, al princise quedé desconcertado. Entonces, un aura

feroz y despiadada surgié repentinamente de sus ojos. jToda su aura instantdneamente se volvié aterradora,

como si quisiera destrozarlo todo y destruir el mundo!

Habia notado las cicatrices en el cuerpo de Neera, jpero nunca imaginé que habria tantas!

iSimplemente no podia entender cémo Neera logré soportar tantas palizas!

Era tan delicada, su piel tan tierna, y aun asi se volvié asi.

Se pregunté qué tipo de tormento inhumano podria haber dejado tantas cicatrices impactantes en su cuerpo.

En un instante, Jean apretd los dientes con fuerza y su gran mano formé un pucon fuerza. Temblé levemente,

los huesos de sus nudillos crujieron como si estuvieran a punto de ser aplastados.

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Sin embargo, la mujer en la bafiera permanecié con los ojos bien cerrados, ajena a todo lo que la rodeaba.

Estaba tan tranquila como una mufieca sin vida.

Miréndola asf, Jean de repente bajo la cabeza y sus hombros temblaron sutilmente.

Después de un rato, un gemido, parecido al de una bestia atrapada, escapé de sus labios.

Su voz estaba mezclada con malicia, rabia y un dolor desgarrador.

Después de un rato, cuando el agua caliente calenté un poco el cuerpo de Neera, Jean la cubrié con una bata de

bay la cargé.

afuera.

Dentro del dormitorio, Adriana y Chad esperaban ansiosos.

Todos se dieron cuenta de que cuando Jean salid, tenia los ojos terriblemente rojos.

Adriana se apresuré a avanzar, ansiosa por ver a Neera.

Sin embargo, Jean colocé a Neera rapida y cuidadosamente en la cama, asegurandose de arroparla

cémodamente con la manta.

“iDénde estén las bolsas de agua caliente?” Se volvié para mirar a Lan, que se acercé con bolsas de agua

caliente.

Jean meti6 algunos en la colcha de Neera, con cuidado de no quemarla. Luego se enderezé y pregunté: “;Dénde

esta el médico?”

Chad sefalé hacia la puerta. “He hecho arreglos para que una doctora venga a recetar algunos medicamentos

abajo. Dadas las circunstancias, puede resultar un inconveniente para ella. Una vez que el medicamento esté

listo, ;podrias aplicarselo a Neera?

Jean asintié levemente.

Después de que el médico le receté el medicamento, ella le algunas instrucciones mas. “EM. Garcia tiene

heridas en su mayorfa superficiales, pero no podemos estar seguros de si hay algun dainterno. Sugiero

esperar hasta que su temperatura corporal vuelva a la normalidad y luego llevarla al hospital para un chequeo

de cuerpo completo. Ademas, puede desarrollar fiebre. Si no desaparece después de un tiempo, debes llevarla

inmediatamente al hospital. No te demores”.

Jean anot6 todo meticulosamente y luego, con el ungiiento en la mano, regresé al dormitorio.