Capitulo 272: jEra Ella!
La melodia del piano se esparcia por el restaurante, creando una atmésfera maravillosa. Valentina se sentia cada
vez mas relajada y continuaba bombardeando a Alonso con preguntas. El por su parte. mostraba su elegancia y
gentileza habitual.
En otro rincén aislado, el steak ordenado por Santiago ya estaba en la mesa, pero la presencia de su
acompanante le hacia perder el apetito. Tal como Valentina habia dicho, era repugnante.
Pensando en Valentina, la sonrisa de Santiago se suavizaba, y sus ojos se llenaban de ternura, una temura que,
al ser observada por Altana, despertaba un torbellino de emociones en ella.
Con la voz mas dulce, pregunté:
-¢Puedo llamarte don Mendoza?
Era la primera vez que Aitana se sentaba frente a Santiago de esta manera. Aunque le preguntaba si podia
llamarlo don Mendoza», en su corazon se prometia que algun dia lo llamarfa «Sandy» con afecto.
Pero ante su pregunta, Santiago ni siquiera levanté la mirada.
Ni un solo gesto hacia ella.
Aitana recordaba el momento en que se encontraron; habia sido llevada alli por el asistente de Santiago, quien
ya estaba sentado. Desde el principio, Santiago no la habia mirado ni una vez.
La indiferencia inicial, la ternura momentanea, y luego la distancia que mostré después de su pregunta,
todo le decia a Aitana:
Esa ternura momentanea no era para ella.
Si no era para ella, entonces era para Al pensar en Valentina, la envidia enloquecia a Aitana.
Pero frente a Santiago, no podia permitirse mostrar ninguna inapropiacion. jEsta era su oportunidad y debia
aprovecharla!
Aitana ajust6 rapidamente su estado de animo, mostrando lo que crefa era su sonrisa mas
encantadora, levanté su copa y dijo:
-Don Mendoza, tengo que disculparme. Aquel dia en la Joyeria Grupo Valenzuela, mi hermana resulté herida y
humillada, y yo no estaba alli. Si hubiera estado, estoy segura de que nada de eso habria
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sucedido.
La sinceridad en el tono de Altana era palpable. Si uno no conociera la relacién entre ella y Valentina, podria
pensar que realmente eran hermanas muy unidas.
Sin embargo, Santiago sabia que esta mujer habia robado el prometido de Valentina en el pasado, y conocia sus
manipulaciones.
Santiago levanté ligeramente los parpados para darle una mirada fugaz a Aitana, solo para volver a bajarlos
inmediatamente, mostrando claramente su desinterés.
Si no tenia intencién de prestarle atencion. ;por qué entonces la habla invitado? Altana se devanaba los sesos,
pero era incapaz de descifrar los pensamientos de este hombre. Sosteniendo su copa después de ese rechazo,
se sinti6 algo avergonzada y termind su bebida de un trago. El silense hizo
incomodo.
Aitana deseaba poder hacer cualquier cosa para seducir a este hombre, Sin embargo, decidié calmarse
y dijo.
-Don Mendoza, las familias Valenzuela y Mendoza son como viejos amigos. Mi abuelo dijo que en su cumpleafios,
que es en unos dias y se celebrara aqui en Coralia,camblara el apellido.
Usted
vendra, don Mendoza?
La mirada de Aitana era intensa, pero la respuesta fue el silenuna vez mas. Tras ser ignorada por segunda
vez, parecia haberse acostumbrado a ello.
Sin una palabra de Santiago, Aitana continué.
-He crecido junto con mi hermana todos estos afios. Aunque originalmente no llevaba el apellido Su, en mi
corazoén, ella siempre serd mi hermana. Y en cuanto a Starlight Joyas, la empresa de mi hermana, aseguraré que
mi abuelo la apoye debidamente.
Esta vez, antes de que Aitana terminara, Santiago solt6 una risa burlona.
Con las mejillas tefiidas de rojo, Aitana dijo.
-Sé que con don Mendoza presente, nonecesitarian para cuidar de mi hermana, pero mi
sentimiento hacia ella...
-¢Y tu madre?
Santiago interrumpi6, sin querer escuchar a esta mujer llamando a Valentina su hermana» una y otra vez. Le
resultaba repulsivo.
Aitana se quedd perpleja, apenas procesando sus palabras, por lo que pregunté de nuevo.
-Don Mendoza, ;qué dijo?
-Tu madre, ;cémo se llama, Alicia, verdad? -Santiago levanté la vista, fijandose en Aitana.
La mirada fria de Santiago hizo que Aitana sintiera un escalofrio.
-Si, estrictamente hablando, seria mi madre adoptiva.
-Madre adoptiva, jeh? Realmente eres alguien muy sentimental, pero ;no te preocupa cuidar de tu madre
adoptiva tanto como de tu hermana? La risa de Santiago era ligera, pero con un tono que Aitana no pudo
descifrar.
De repente, record6 algo triste.
-Mi padre adoptivo fallecié en un accidente de coche. Mi madre y él vivieron juntos muchos afios, amandose
profundamente. Después de su muerte, todo le recordaba a él, asi que la envié a viajar, a despejar su mente.
Cuando regrese, por supuesto, la cuidaré blen.
Altana, diciendo esto, dej6 caer unas cuantas lagrimas de tristeza.
Santiago la observaba, su sarcasmo creciendo ante la facilidad con la que ella mostraba su ‘tristeza’.
Alicia de viaje.........
Tanto él como Diego hablan Investigado el paradero de Alicia, pero curlosamente, no encontraron nada. Como si
hubiese desaparecido del mundo.
El accidente clave involucraba a Alicia. Encontrarla podria esclarecer muchas cosas. Pero ahora, parecia
imposible localizarla, y por eso, habla recurrido a Altana. Sin embargo, por cémo Aitana se expresaba, no parecia
dispuesta a revelar nada sobre Alicia, lo que solo afiadfa mas misteall
accidente.
Desviando la mirada, Aitana sintié como si un peso se levantara de sus hombros. Solo entonces comprendié el
verdadero propdsito de Santiago al invitarla: ;todo era por el accidente de coche? Claro, su motivacién debla ser
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Aitana, con la mano apretada en un pubajo la mesa, se tensé con fuerza, como si deseara tener a
Valentina a su merced.
-¢Alguno de nuestros invitados desea interpretar una pieza? El plano de hoy es especial, exclusivo para
nuestros maestros...
Antes de que el presentador terminara, Aitana interrumpidé con un entusiasta «jYo!» De inmediato, todas las
miradas se dirigieron hacia ella. Con esas miradas sobre si, Aitana se levanté lentamente.
No se dirigié de inmediato al plano, sino que se quedd parada un momento, mirando hacia el hombre al otro lado
de la sala, con una mirada cargada de emocién, como si fueran una pareja de enamorados.
-Don Mendoza, espérame, -dijo Aitana con una voz melosa.
Santiago frunci6 el cefio, tenia mas preguntas para Aitana, pero ella ya se dirigia impaciente hacia el
piano.
Ec.
Valentina solté una risa al ver quién se sentaba al piano. Aquella voz le habla sonado familiar, repelente, incluso
desagradable. Era ella! ;También habla venido a cenar aqui? ;Con quién?
Valentina sentia curiosidad, pero desde su lugar no podia ver la otra parte de la sala. De todas formas, decidié
que prestarle atencién a Aitana era menos importante que disfrutar otra copa de vino con
Alonso.
-Alonso, a tu salud. -Justo cuando Valentina iba a beber, Alonso se levantd y tomo su mufeca,
-¢Eh?-Valentina lo miré confundida.
Con una expresién de preocupacion, Alonso dijo.
-No bebas més, ya estas a punto de emborracharte. Mejor escuchemos la musica y luego te llevo a
casa.
La interpretacion de Aitana al piano solo hizo que Valentina frunclera el cofio.
-iQué nivel tan bajo! ;Qué tiene esto de especial?