NovelEnglishCapitulo 115: jEs Ella!
Santiago mir6 con ojos frios.
-¢Coémo llegé ella aqui?
Aparte de Valentina, solo Dylan sabia que estaba alll.
Dylan se quedé aténito ante la ira implicita de Santiago, su presencia se debilité
instantaneamente.
-Lucia ha estado buscéndote, asi que la traje, al fin y al cabo, sigue siendo... una amiga.
Santiago trunci6 el ceo.
Dylan sintié un escalofen su corazén y continué explicando:
-Iba a subir con ella, pero recibi una llamada de Ultimo momento y la dejé subir sola, ino pasé
nada malo hace un momento?
Dylan eché un vistazo a la habitacién, sintiendo que esta escena le resultaba familiar.
De repente, captd algo y sus pupilas se dilataron.
-Anoche td... ;quién fue? ;Fue una trampa? ;Qué mujer fue?
Dylan miré a Santiago con un toque de acusacién en sus ojos.
-Con ese comportamiento tuyo, borracho y desenfrenado, ;qué pasara con la bella?
Santiago guardo silencio.
Sabia que Dylan lo habfa malinterpretado.
No queria explicarse, pero esa mirada de reproche de Dylan parecia genuinamente preocupada
por Valentina.
Santiago suavizé un poco su frialdad.
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-iEs ella!
Dicho esto, salié de la habitacion.
Al pasar por Lucia, ni siquiera la mird y bajé las escaleras directamente.
Dylan, sin embargo, se quedd confundido en la habitacién: ;Ella? ;Qué ella?
Tardé un momento en darse cuenta, y luego, como si tuviera una revelacién, exclamé:
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-iDebe ser la bella Valentina!
JFcas
Penso, conociendo a su amigo, incluso en estado de ebriedad, el sefior Mendoza no se dejarla
llevar por cualquier mujer.
Dylan, aliviado, lo sigui6 fuera.
Estaba completamente absorto en lo que habia sucedido la noche anterior, olviddndose por
completo de la existencia de Lucia.
Lucia, que rara vez era ignorada en Guadalajara, se sintié ofendida por el desprecio.
Habia oido vagamente algo sobre una bella» fuera de la puerta, lo que hizo sonar alarmas en su
mente.
Su intuicion le decia que la «bella de Dylan era la «querida» en el teléfono de Santiago.
-¢Lucia, no vienes?
Dylan, que se habia dado la vuelta repentinamente, la sacé de su ensimismamiento.
Lucia sonri6 rapidamente y lo siguié corriendo.
En el vestibulo.
Santiago pidié al gerente del hotel que revisara las cdmaras de seguridad, pero solo captaron el servide
habitaciones subiendo a entregar bebidas y no a ninguna mujer sospechosa.
Incluso las grabaciones de Valentina llegando y yéndose habian desaparecido.
El gerente llamé al camarero que llev las bebidas.
-Cuando subi,encontré con una joven en un vestido rojo que se habia torcido el tobillo, la ayudé y luego no
pasé nada mas...
Al escuchar la descripcién del camarero, Santiago ya estaba seguro de que alguien habia manipulado su bebida.
Con una mirada gélida en sus ojos, Santiago fue conciso:
-Despidan a los que filtraron los nimeros de habitacién de los huéspedes anoche y esta
mafana.
Santiago se marché.
El gerente del hotel sabia que él era un cliente frecuente en la habitacién 602, un huésped
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Pero incluso siendo un huésped importante, no podia tomar decisiones sobre el personal del hotel.
El gerente no lo tomé en serio.
Pero apenas unos minutos después, recibié una llamada de su jefe directo, con un semblante see incluso algo
asustado después de escuchar todo,
El gerente del hotel se secé el sudor fde la frente.
“iDios mio, resulta que era el sefior Mendoza!»
Y ademas, el grupo Corporacién Mendoza habia decidido adquirir el Hotel Costa Azul de manera imprevista.
Que el sefior Mendoza no lo hubiera despedido era ya un acto de misericordia.
Dylan condujo hasta el lugar, mientras Santiago y Lucia esperaban al lado del camino.
Los dos, de pie uno al lado del otro, parecian una pareja perfecta.
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Apenas Valentina baj6 del coche, a esa pareja tan llamativa y reconocié inmediatamente a la
mujer de la foto.
¢Habia llegado la mujer de la foto justo después de que ella se fue anoche?
Valentina sentia como si algo le obstruyera el corazén, ahogandola.
Tras su partida anoche, las palabras de su esposo de matrimoreldmpago resonaban en su
mente:
-Nodejes, nuncadejes en toda tu vida...
Esas palabras eran como un hechizo, incluso le daban la ilusién de que para él, ella era mas que
un simple negocio.
Pero si no hubiera olvidado algo en la habitacién, no habria regresado.
Valentina, desconcertada, sentia un dolor agudo en su corazén.
Su mirada seguia a la pareja que subia al coche, incluso perdi6 el interés de buscar sus cosas.
-Maestro, llévde vuelta -dijo Valentina al volver a subir al coche, con voz apagada.
Durante el camino, la mente de Valentina estaba confusa.
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De repente, el teléfono de su esposo de matrimorelampago sond. Al ver Ex marido en la pantalla, Valentina
sacula cabeza con fuerza, tratando de expulsar esos sentimientos indebidos.
iYa era su ex marido!
(Por qué seguir pensando en él?
Suspiro profundamente y, sin dudar, presioné el botén para colgar.
En el tujoso coche de Dylan, Santiago fruncié el cefio:
-0iiQuér??
iColg6 su llamada?
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