Capitulo 110: Resulté que No Era la Sefiorita Lancaster, sino la Sefiora Mendoza Ella le envié un mensaje
pidiéndole que volviera, ;solo para devolverle dinero?
Una gran cantidad de dinero apilado con orden, él le pidi6 al banco que bloqueara las transferencias de ella a su
cuenta, jy ella pensé en retirar efectivo?
(No llevaria tiempo y esfuerzo mover todo ese efectivo a casa?
La mirada de Santiago se posé en la maquina de contar dinero, y solt6 una risa autocritica.
-La sefiorita Lancaster es realmente considerada.
Tan considerada que prepard todo por él, jsolo para desvincularse de él lo antes posible!
Valentina: «;Qué tipo de mirada es esa, qué tono de voz?»
Como si ella hubiera herido su corazén, como una mujer desalmada e irresponsable.
Pero en realidad, fue él que ya tenia una nueva patrocinadora!
El mirar de Santiago la hizo sentir un remordimiento inexplicable, evitando instintivamente su
mirada y apresurandose:
-iCuenta el dinero!
-iNo es necesario!
Santiago retiré su mirada friamente.
-Enviaré a alguien para manejar este dinero. En cuanto al acuerdo... firma el acuerdo de divorcio, y enviaré a
alguien para los tramites.
Dicho esto, Santiago se marché con pasos firmes.
Su figura, cargada de innumerables emociones.
Valentina lo observaba, sintiendo un leve dolor en su corazén, incluso pensando en llamarlo, pero en el siguiente
instante, record6 esa foto y apreté sus pufios.
Después de que Santiago se fuera, no pasaron diez minutos cuando alguien llegé a la puerta.
Thiago acababa de recibir una llamada del sefior Mendoza, pidiéndole que viniera a recoger el
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dinero.
Thiago llegé sin demora, y al llegar al edificio, al sefior fumando.
El sefior habia dejado de fumar hace afos, y de inmediato supo que habia discutido con la sefiorita Lancaster.
Pero cuando Thiago tocé a la puerta y Valentina lo llevé a ver el montdn de dinero, se confundid.
-Seforita Lancaster, esto... ;qué significa?
Valentina sabia que él era amigo de su esposo.
-Este es el dinero que le debo, por favor cuéntalo y aytdale a recogerlo.
Thiago recordé que previamente el sefior le habia instruido rechazar los fondos transferidos desde la cuenta de
la seforita Lancaster, no esperaba que ella preparara efectivo.
iNo era de extrafnar que el sefior estuviera molesto!
Thiago no conté el dinero, simplemente lo empacé en una bolsa.
Al irse, Valentina ya habia preparado un acuerdo de divorcio, firmado y entregado a Thiago.
-Por favor, entrégaselo.
Aunque el acuerdo estaba bien guardado en una carpeta.
Pero cuando Valentina firmé, Thiago accidentalmente las palabras “Acuerdo de divorcio».
Thiago se quedé boquiabierto de asombro.
-¢Sefor Bustos? -Valentina agité su mano frente a sus ojos.
Thiago volvié en si, sorprendido, mird a Valentina, tomé la carpeta y se fue rapidamente.
Hasta que entr6 al ascensor, Thiago seguia en shock.
-iResulta que no era la seforita Lancaster, sino la Sefiora Mendoza!
Nunca imagind que el sefior se hubiera casado con la sefiorita Lancaster, jcuando habia pasado
eso?
Thiago intenté recordar; parecfa que la primera vez que a la sefiorita Lancaster, la atencién especial del
sefior era evidente, ;ya estaban casados en ese momento?
Pero ese acuerdo de divorcio...
Thiago no tuvo tiempo de alegrarse por el sefior, solo suspird.
iEsa era la verdadera razén del enojo del sefior!
Thiago bajo las escaleras y colocé una bolsa llena de dinero en el auto, luego, con una carpeta de documentos
en mano, se acercé a Santiago.
-Sefior, esto... eh...
Thiago Iba a decir «sefiora Mendoza», pero luego recordé que ya habian firmado el acuerdo de divorcio. ;No era
ya demasiado tarde para llamarla «sefiora Mendoza»?
Entonces, rapidamente se corrigio.
-Ejem, esto es para la sefiorita Lancaster -dijo.
Santiago truncié el ceal mirar la carpeta de documentos.
En sus ojos parecid brillar un atisbo de esperanza. Tomé la carpeta, la abrié y sacé los documentos en un
movimiento fluido.
Pero al ver las palabras - acuerdo de divorcio-, se paralizd.
-Hmph... un suspiro de frustracién se escapé de Santiago.
iQué rapido habian preparado el acuerdo de divorcio!
Santiago metié con fuerza los documentos de vuelta en la carpeta, miré hacia arriba brevemente y luego se
dirigi6 rapidamente al auto.
Thiago lo siguié con precaucién.
Antes de arrancar el coche, Thiago eché un vistazo a la bolsa de dinero en el asiento del copiloto y observé a
Santiago a través del espejo retrovisor.
-Sefor, ;le llevo primero al hotel y luego deposito este dinero en el banco?
Desde el espejo, Santiago, con el cefruncido, respondié friamente:
-iNo es necesario!
Thiago sintié un escalofrio.
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No era necesavolver al hotel o no era necesadepositar el dinero?
Thiago no se atrevié a preguntar mas, temiendo que cualquier palabra fuera a enfurecer a su jefe.
Contra toda resistencia, Thiago condujo hacia el hotel. Al bajar del coche, Santiago. inesperadamente abrié la
puerta del copiloto y llevé él mismo la bolsa de dinero al hotel.
-Sefor...-Thiago se quedé perplejo por un momento y fue tras él, intentando tomar la bolsa de
dinero.
TU DUNYA
Pero Santiago, como si estuviera molesto, le lanzé una mirada fulminante a Thlago, impidiéndole tocar siquiera
la bolsa.
Thiago pensé que su sefior estaba actuando de manera extrafia.
Fue solo cuando subieron y a Santiago colocar meticulosamente el dinero en la habitacién, que quedé
completamente aténito.
-Sefior... jesta usted... bien?
Thiago incluso pensé en tocarle la frente a Santiago para ver si tenia fiebre.
Pero finalmente no se atrevié.
En ese momento, el celular de Thiago sono.
Al ver Dylan Hamilton» en la pantalla, se sintié como si hubiera visto un salvavidas y contesté
inmediatamente.
“Thiago, ;dénde esta tu jefe? ;Esta tan ocupado que ni siquiera puede contestar mi llamada? - Dylan soné muy
molesto.
Después de todo, él le habia dado consejos y se consideraba un estratega en su matrimonio.
Si ni siquiera atendia las llamadas de su estratega, jacaso ya no queria consejos para
reconquistar a su esposa?
Thiago miré a su jefe y entendié perfectamente por qué no respondia las llamadas.
En ese momento, a menos que fuera la sefiorita Lancaster quien llamara, probablemente Santiago no querria
contestar a nadie mas.
Tras una breve reflexion, Thiago, con una sonrisa en la voz, le dijo al teléfono: -Sefior Dylan, ;por qué no viene al
hotel a buscar al sefior Santiago?